La única estructura adecuada para la moral es la que se basa en el sentido último de la vida. La estructura última es la naturaleza de Dios. Los principios de Dios son aquellos que subyacen en la vida desde el principio de la creación hasta el fin.
Rollo May
Las heridas de la calumnia se cierran pero quedan las cicatrices.
Anónimo
Advertir la vida mientras se vive, alcanzar a vislumbrar su implacable grandeza, disfrutar del tiempo y de las personas que lo habitan, celebrar la vida y el sueño de vivir, ése es su arte.
Doménico Cieri Estrada
La juventud en sí es un talento, un talento perecedero.
Eric Hoffer
Ningún mortal es dichoso hasta el fin; ninguno ha habido ahora que no conozca el dolor.
Eurípides
Los Dioses son una función del estilo.
Fernando Pessoa
La gente a la que le va bien en la vida es la gente que va en busca de las circunstancias que quiere, y si no las encuentra, se las hace, se las fabrica.
George Bernard Shaw
Les sucede con los besos a las mujeres, lo que a los hombres con el vino: beben y beben hasta que acaban por sucumbir.
Gustav Adolf Lindner
No, no voy a insultar a lord Fitzherbert ni al señor Perceval Jones -dijo, y señaló dos sombreros de copa de la primera fila-. Tan solo les digo: caballeros, son ustedes historia.
Ken Follett
Cuando alguien no cree en su mañana, no tiene ninguna razón para tomar buenas decisiones en su presente.
Lucas Leys
Nunca he hecho novela histórica. Para mí, la historia es materia prima.
Mario Vargas Llosa
A los que contemplan la luna, las nubes a veces ofrecen una pausa.
Matsuo Basho
No creas en el Maestro que dice que te está enseñando; cree en el Maestro que sin enseñarte te hace cambiar viendo su modo de vivir.
Norys Uribe Santana
El hombre, ese ser tan débil, ha recibido de la naturaleza dos cosas que deberían hacer de él el más fuerte de los animales: la razón y la sociabilidad.
Séneca
El derecho a no realizar nada excepcional o que contraríe vulgares conductas lo paga cada cual con su omisión, de él, y hasta diríamos que con su muerte, en tanto que él.
Stéphane Mallarmé
Cuando dirigimos nuestros pensamientos correctamente podemos controlar nuestras emociones.
William Clement Stone