Una mujer que pasa en bicicleta a las dos de la mañana, hermosas piernas morenas bombeando los pedales mientras la brisa le alza el vestido y revela un perfecto milagro de carne femenina en movimiento. Nuestros ojos se cruzan un momento y ya se ha ido. Son cosas como ésa las que te hacen darte cuenta de lo poco que realmente sabes de nada.