Siempre me he ceñido a dos principios. El primero es entrenar duro y conseguir la mejor condición física posible. El segundo es olvidarse de la otra persona hasta que lo enfrentas en el ring y suena la campana.
Rocky Marciano
Las riquezas son injustas o porque las adquiriste injustamente o porque ellas mismas son injusticia, por cuanto tú tienes y otro no tiene, tú vives en la abundancia y otro en la miseria.
Agustín de Hipona
Nunca trabajes ni con niños, ni con animales ni con Charles Laughton.
Alfred Hitchcock
El dolor te hace fuerte, la traición sagaz y la experiencia invencible.
Anónimo
Lo único natural tanto al hombre como al comportamiento del ser humano es ser innatural.
Ashley Montagu
Los indiduos, los cuales no se distribuyen en naciones, sino por la diversidad de lenguas, de leyes y de costumbres practicadas, y sólo de estás dos, es decir, de las leyes y las costumbres, puede derivarse que cada nación tenga un talante especial, una situación particular y, en fin, unos prejuicios propios.
Baruch Spinoza
Existen los jugadores duros y los buenos muchachos, yo soy un jugador duro.
Bobby Fischer
Carácter es poder.
Booker T. Washington
El perro es, generalmente, un animal que jamás se venga del castigo que le aplica su amo.
Charles Dickens
Otros perros sólo muerden a sus enemigos, mientras que yo también muerdo a mis amigos con el fin de salvarlos.
Diógenes
El niño necesita tres cosas: ternura, disciplina y comunicación.
José Antonio Marina
Podría seguir enojado por todo lo que me pasó, pero es duro estar enojado cuando hay tanta belleza en el mundo.
Kevin Spacey
No quiero continuar en este mísero mundo. Y se descuelga la gota de rocío.
Kobayashi Issa
Me identifico con Rasputín, era un mujeriego, aficionado a la lucha y cristiano. Y más allá de todo, tenía un pene enorme.
Peter Steele
Es en Europa donde el individualismo constituye un valor apreciado, y aún más en Norteamérica.
Ryszard Kapuściński
Saltos y espirales tan puros sin duda recorren eternamente el mundo, y no me quedaré despojada de belleza: el don de tu pequeña vida, tu olor a pasto mojado cuando duermes, azucenas, azucenas que no pueden compararse con tu carne.
Sylvia Plath