Un día sin risa o un día sin amor, es un día sin vida.
Robin S. Sharma
Cuando el hombre que declara lleva un sable, es al sable a quien debe oirse, no al hombre.
Anatole France
Que manera más tonta de tirar el dinero.
Andreu Buenafuente
Y estaban los dientes, también: casi se podían contar millares de dientes dentro de la raya de la boca, y cada pedacito menor que el otro, y más blanco.
Clarice Lispector
No tengas miedo en desafiar o a contradecir a la gente que está a tu favor. Si tienes a un miembro del equipo que te dice siempre que sí, entonces uno de los dos sobra.
Colin Powell
Me alegra haber cubierto mi cuerpo con obras de arte permenentes.
David Beckham
El acto supremo de la persona es perderse para volverse a encontrar.
Emmanuel Mounier
El rey más grande es aquel que es rey de súbditos más grandes.
Gilbert West
¿Es que no es el deseo más voluptuoso que la satisfación?
Jacques Rivière
Sólo la opresión debe temer el ejercicio pleno de las libertades.
José Martí
Es funesto que nos acostumbremos a reconocer como ejemplos de sana belleza algunas obras clásicas, que acaso son objetivamente muy valiosas, pero que no causan deleite.
José Ortega y Gasset
¿Qué tenéis, dulce Jesús?, le dice la Niña bella; ¿tan presto sentís mis ojos el dolor de mi pobreza? Yo no tengo otros palacios en que recibiros pueda, sino mis brazos y pechos, que os regalan y sustentan.
Lope de Vega
Mientras haya chicos enojados y sin tener una verdadera forma de ventilar toda esa furia, el heavy metal vivirá.
Ozzy Osbourne
Sólo tras haber desarrollado la perorata emocional que culmina con la palabra asombroso, por fin la fuerza de mis sentimientos había dejado de asombrarme lo suficiente para poder conciliar el sueño durante un par de horas... O algo parecido al sueño, pues, incluso semiinconsciente, me había convertido en una biografía en movimiento perpetuo, en memoria hasta el tuétano.
Philip Roth
No hables de las cuestiones pitagóricas sin una luz.
Pitágoras
¿Qué defensa haré de la poesía? El arbusto, vacío, está siseando cuando bajo, y ahí dentro, tu semblante ronda como la luna en vidrios rotos.
Seamus Heaney