Paso las horas sin hablar, menos a veces que me vuelvo loco. Y mi cabeza, ¿dónde está? la estoy perdiendo de poquito en poco.
Roberto Iniesta
Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás es lo primero.
Charles de Gaulle
Yo era entonces un idealista de cátedra.
Clarín
Pero estoy bastante bien con el pensamiento colaborativo. Trabajo bien con otras personas.
David Bowie
Las decisiones, la sartén por el mango, la tienen cinco países en el Consejo de Seguridad, que son los que pueden vetar. Fíjate tú, qué retrato del mundo, ¿no? Es increíble: las cinco potencias que velan por la paz son las cinco principales productoras de armas; quienes hacen el negocio de la guerra se ocupan de la paz, en este mundo que está patas arriba.
Eduardo Galeano
Vida no es y muerte no es ¿entonces qué? Es el entremedio que viven a diario, y yo aquí sentada sin poder ayudar.
Francisca Valenzuela
No tengo miedo a seguir viviendo.
Gerard Way
El único camino es avanzar.
Helena Bonham Carter
Lágrimas, lágrimas ¡Extraño! Lavan mi corazón y siento ganas de bromear.
Ishikawa Takuboku
Nuestros errores se dividen en cuatro categorías; los socialmente aceptables, los socialmente inaceptables, los jurídicamente posibles y los jurídicamente imposibles.
Ismael Díaz Lázaro
El hacer una cosa injusta era malo, el hacer lo justo cuando no hay peligro, cosa muy común, pero que lo propio de un hombre recto y bueno era hacer lo justo a pesar del peligro.
Metelo
El exceso de severidad produce odio, como el exceso de indulgencia debilita la autoridad.
Muslih-Ud-Din Saadi
De casta le viene al galgo el ser rabilargo.
Proverbio
Las lágrimas que curan son también las lágrimas que queman y mortifican.
Stephen King
Haz las cosas pequeñas con gran amor.
Teresa de Calcuta
El Erica Reed llegó sin accidente ¡Gracias a Dios! Dos barcos insurgentes lo pudieron haber hundido y no lo hicieron, ¡Gracias a Dios! Gracias a Dios porque llegó el alimento y gracias a Dios porque parece que un sentimiento de piedad, además del temor de enfurecer a la opinión pública americana tuvieron algo que ver con que escapara.
Zenobia Camprubí Aymar