No tenemos que copiar las cosas malas de ajuera, Lloriqueo. ¡Nosotros tenemos que crear nuestras propias cosas malas!
Roberto Fontanarrosa
Uno de los fallos actuales es la ausencia de liderazgo joven. Evolutivamente, la manada siempre recurrió a los jóvenes cuando tenía dificultades: atravesar un río, subirse a una montaña.
Eduardo Punset
Notarios. En la actualidad no hay que confiar en ellos.
Gustave Flaubert
El antisemitismo es exactamente lo mismo que de desinfección. Deshacerse de los piojos no es una cuestión de ideología, es una cuestión de limpieza. En apenas esta misma manera el antisemitismo para nosotros no ha sido una cuestión de ideología, sino una cuestión de limpieza.
Heinrich Himmler
El pensar es un misterio; el hablar es un misterio; el hombre, un abismo.
Jaime Balmes
La identidad es un sueño de una absurdidad patética. Se sueña con ser uno mismo cuando no se tiene nada mejor que hacer. Se sueña con ello cuando se ha perdido la singularidad (y la cultura es precisamente la forma extrema de singularidad de una sociedad)
Jean Baudrillard
El consuelo es saber que he amado tanto como podía amar.
Laure Conan
Hay algo danés en el estado podrido.
Mark Steyn
Cuando está cansado o solitario, no sueña con mujeres y hombres distantes; busca a quien está a su lado, y comparte su dolor o su necesidad de cariño, con placer y sin culpa.
Paulo Coelho
Nos aferramos a la esperanza, y la esperanza nos roba el momento presente.
Pema Chödron
Él tiene que ser bueno en la cama y el tamaño importa. ¿Sabes a qué me refiero? Los recuentos de belleza interior también cuentan, pero sin un juguete no es divertido.
Rihanna
La literatura está llena de cosas inútiles absolutamente necesarias.
Rosa Montero
Regreso al hogar: nunca tal inundación de flores me había dado la bienvenida... Vibraciones del campo.
Stefan George
Si dos personas tienen la misma opinión, una de ellas es innecesaria.
Stephen Covey
¿Algún viejo profeta ha dicho algo sobre los bastardos entrometidos que acaban consiguiendo que les calienten las orejas a puñetazos?
Terry Pratchett
La alternativa que se ofrecía a la población era adoptar la nueva fe con entusiasmo o someterse a ella por miedo al sufrimiento. La presión era tal que nadie podía superarla. Pero las reacciones fueron distintas: unos se negaron (y aceptaron morir), mientras que otros se sometieron (y aceptaron matar).
Tzvetan Todorov