No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro.
Roberto Fontanarrosa
Quiero esconderme del miedo y mirar de una vez los ojos que tiene la luna.
Amaia Montero
Cuando en 1986 tuve una apoplejía... hubiera saltado por la ventana. En lugar de eso, seguí adelante. No tenía elección. Aprendí que en la vida hay que perseverar.
Ava Gardner
¡Con qué avidez son recibidos las maravillosas relaciones de los viajeros, sus descripciones de monstruos marinos y terrestres, las narraciones de sus portentosas aventuras de gentes extrañas y de sus singulares costumbres!
David Hume
El deleite del odio no puede compararse al deleite de ser odiado.
Fernando Pessoa
Todo aquel que accede al poder teme perderlo algún día, incluso los Jedi.
Ian McDiarmid
Entonces siente, siente algo por ti.
James Matthew Barrie
Ni hay para labios dulces, copa amarga.
José Martí
En cada paso que damos en la vida pisamos cien senderos distintos.
José Ortega y Gasset
Los hombres que vienen aquí no deberían tener entrañas.
Joseph Conrad
Voy a seguir escribiendo la música que me apetezca escribir. No puedo pretender que tengo 18 años.
Madonna
Es claro que son visiones producidas por el alcohol, pero me valen: ya no puedo vivir sin esas visiones; lo que nunca consiguió el alcohol es borrar el recuerdo de aquel beso de hielo sobre se frente muerta.
Miguel Delibes
He recorrido un largo camino desde el campo de batalla a la mesa de paz.
Moshe Dayan
La creencia es involuntaria; nada involuntario es meritorio o condenable. Un hombre no puede ser considerado mejor o peor por su creencia.
Percy Bysshe Shelley
Su relación con el psicoanálisis no es escrupulosa (aunque sin embargo, no puede ufanarse de ninguna impugnación, ningún rechazo). Es una relación indecisa.
Roland Barthes
Si a esa nación latina la viésemos despedazada por una conflagración intestina o una guerra internacional, nosotros lo celebraríamos con fruición y verdadero júbilo, así como pesaría sobre nosotros como la mayor de las desdichas, como agobia y aflige al ánimo del náufrago el no divisar en el horizonte ni costa ni embarcación, el que España prosperara y se engrandeciera.
Sabino Arana