Busco espíritus sensibles. Intermediarios abstenerse.
Roberto Fontanarrosa
Tú, Amor, creaste al hombre (no sabe el porqué); cree que no fue creado para morir.
Alfred Tennyson
Que ningún juez declare mi inocencia, porque, en este proceso a largo plazo buscaré solamente la sentencia a cadena perpetua de tu abrazo.
Antonio Gala
El peor tipo de soledad en el mundo es la de ser malentendido. Puede llegar a provocar que uno pierda el contacto con la realidad.
Dan Brown
La superstición es más perjudicial para Dios que el ateísmo.
Denis Diderot
Si al comienzo non muestras qui eres, nunca podrás después quando quisieres.
Don Juan Manuel
Necesito autoridad, aunque no crea en ella.
Ernst Jünger
El idioma y la cultura crean estilos. Las culturas distintas producen cosas distintas. Yo no creo que un edificio apropiado para Nueva York lo sea también para una ciudad española.
Glenn Murcutt
Nunca he pretendido que me tengas por superior, a condición de que no me tengas por inferior.
Gonzalo Torrente Ballester
Nuestra vida está hecha más por los libros que leemos que por la gente que conocemos.
Graham Greene
La peor prisión es un corazón cerrado.
Juan Pablo II
El otro día un periodista me preguntó si había percibido la desaprobación por los cambios: el público no silbó los cambios, me silbó a mí. Percibí que no se silbaban mis decisiones, sino que se me silbaba a mí, como responsable de una dinámica negativa. No voy a decir que me alegro, pero me parece que se hace justicia. Siempre tuve claro que lo que había sucedido el año pasado había generado ilusión en la gente, y esto genera desilusión.
Marcelo Bielsa
Con esta moneda me voy a comprar un ramo de cielo y un metro de mar, un pico de estrella, un sol de verdad, un kilo de viento, y nada más.
María Elena Walsh
Me gusta contemplar a los hombres geniales y escuchar a las mujeres hermosas.
Oscar Wilde
La soledad es una ingrata a la que se le va agarrando el gusto, con un alto riesgo de parar completamente enamorados de ella...
Ricardo Arjona
Yo sufro el trance de la muerte con los moribundos, y cobro nueva vida con los niños recién nacidos; no estoy limitado por mi sombrero y mis zapatos.
Walt Whitman