El perfecto comunista no debe vacilar ni un instante en emplear para el triunfo de la causa proletaria universal todos los crímenes que condena la moral capitalista... En los que no tienen un centavo.
Roberto Arlt
En muchos casos, al profesional de Bolsa le está prohibido volver la vista para mirar las antiguas cotizaciones: podría pasarle como a la mujer de Lot.
André Kostolany
Todas las visiones pesimistas en la historia de los hombres nada tienen que hacer frente a la realidad. Ninguna de las antiguas religiones puede satisfacernos, todas ellas nacieron en periodos idílicos.
Elias Canetti
Ser oscuro con claridad.
Elwyn Brooks White
Mi única duda es saber si Estados Unidos acabará con el mundo o si el mundo va a acabar con Estados Unidos.
Henry Miller
Hay mucha gente que imagina que el domingo es una esponja que limpia todos los pecados de la semana.
Henry Ward Beecher
La vida no es importante a menos que influyas en la vida de otros.
Jackie Robinson
Temamos a los enemigos cuando están lejos, pero no cuando están cerca.
Jacques-Bénigne Bossuet
Barcos de amplio velamen, pero sin timón, no saben adivinar su propia ruta: ignoran si irán a varar en una playa arenosa o a quedarse estrellados contra un escollo.
José Ingenieros
Esto no es una carta, sino mis brazos a tu alrededor durante un breve momento.
Katherine Mansfield
Bien... Yo siempre creí que toda confesión no transfigurada por el arte es indecente. Mi vida está en mis poemas, mis poemas son yo mismo, nunca escribí una coma que no fuese una confesión.
Mário Quintana
He escondido mi esencia en el silencio.
Nazik al Malaika
Hay que amar lo que es digno de ser amado y odiar lo que es odioso, más hace falta buen criterio para distinguir entre lo uno y lo otro.
Robert Frost
Tú y yo, con un pedazo de razón, y compartiendo el mismo corazón, que tenemos partido en dos.
Rubén Blades
Vivir en el amor por la acción y dejar vivir por la comprensión de la voluntad ajena, esta es la máxima fundamental del hombre libre. La Filosofía de la Libertad.
Rudolf Steiner
La virtud es un libro austero y triunfante en que todo padre debe hacer deletrear a su hijo.
Victor Hugo