Te prevengo que tengo el corazón duro, pero hay momentos en que me dejaría hacer pedazos por el primer desgraciado que se me cruza al paso.
Roberto Arlt
Si quieres estar a salvo todo el tiempo, vete a una compañía de seguros.
Andy Weir
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre aquel que amó, vivió, murió por dentro y un buen día bajó a la calle: entonces comprendió y rompió todos sus versos.
Blas de Otero
La sensación de bienestar por disciplinarse y terminar un trabajo es muy superior a la de no hacer nada y la posterior frustración permanente de la mayoría.
David Valois
Ya te quieren. Sé simplemente la doncella que eres para mí y te querrán más.
Emily Dickinson
Hay días en que anida en mi un sentimiento más negro que la más negra melancolía, el desprecio a los hombres.
Friedrich Nietzsche
El santo perfecto de Dios es el castrado perfecto.
Soy socialista e internacionalista, por sobre todo, por eso pongo la defensa de la condición humana por encima de la que se adjudica cualquier religión, cualquier etnia y cualquier nacionalismo.
Jorge Altamira
La tragedia es una experiencia que ilumina el carácter.
Joyce Carol Oates
La recompensa de los grandes hombres es que, mucho tiempo después de su muerte no se tiene la entera seguridad de que hayan muerto.
Jules Renard
En nuestra era de división internacional del trabajo, el libre comercio es el requisito previo para cualquier acuerdo amistoso entre las naciones.
Ludwig von Mises
El color me posee. No siempre me poseen. Ese es el significado de esta hora feliz: el color y yo somos uno. Soy un pintor.
Paul Klee
Hay probabilidad de que ocurran cosas inesperadas en cada segundo de nuestra frágil existencia.
Paulo Coelho
Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice.
Peter F. Drucker
Un hombre no tiene por qué avergonzarse de tener un mono por abuelo. Si hubiera un antepasado del que debería sentir vergüenza al recordarlo sería más bien un hombre que no se conforma con un éxito equívoco en su propia esfera de actividad, se sumerge en cuestiones científicas de las que no tiene conocimiento real, sólo para ocultarlos con una retórica sin sentido, y distraer la atención de sus oyentes del tema en cuestión mediante digresiones elocuentes y apelaciones calificadas a prejuicios religiosos.
Thomas Henry Huxley
Así que quien desee la paz, que prepare la guerra.
Vegecio