Me interné en los bosques porque quería vivir intensamente; quería sacarle el jugo a la vida. Desterrar todo lo que no fuese vida, para así, no descubrir en el instante de mi muerte que no había vivido.
Robert Sean Leonard
Soy un nacionalista, pero no soy un patriota.
Adolf Hitler
Es siempre absolutamente imprescindible saber distinguir lo que es posible de lo que no lo es.
André Maurois
Siempre supe que el éxito de los conciertos podría traspasarse a los discos y la televisión. Y tuve razón. Siempre he creído en mi música.
André Rieu
No somos perfectos, pero somos capaces de concebir lo que es la perfección. La acción es preferible a la inacción y el compromiso con la vida es preferible a la indiferencia apática.
Delia Steinberg Guzmán
Cuando veías el casco amarillo en tus espejos, sabías a que atenerte.
Gerhard Berger
En la tierra jamás la poesía cesa: cuando, en la solitaria tarde invernal, el hielo ha labrado el silencio, en el hogar ya vibra el cántico del grillo, que aumenta sus ardores, y parece, al sumido en somnolencia dulce, la voz de la cigarra, entre colinas verdes.
John Keats
En Guatemala, cada veinte años, retrocedemos veinte.
Luis Alfredo Arango
Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.
Mark Twain
¿Qué moral es aplicable?
Morris West
Se sentía bien pudiendo escupir o tirándose un pedo cuando le apetecía sin tener que guardar ninguna absurda norma de urbanidad.
Ramón Cerdá
Pretender vivir del pasado es la utopía más estéril y peligrosa.
Richard Wagner
¿Hueles eso? ¿Lo hueles, hijo? Es el napalm. Me gusta el olor del napalm, sobre todo cuando amanece. Una vez bombardeamos una colina sin parar durante 12 horas y cuando acabamos de machacarla subí a ella. No encontré nada, salvo el cadaver de un viet. ¡Pero qué olor aquel! ¡Allí olía a victoria!
Robert Duvall
Imaginar una lámpara hasta encenderla.
Roberto Juarroz
En lo profundo de sus raíces, todas las flores mantienen la luz.
Theodore Roethke
Detrás del gobierno visible se halla entronizado un gobierno invisible que no debe lealtad a nadie y no reconoce ninguna responsabilidad hacia el pueblo. Destruir este gobierno invisible, denunciar la blasfema alianza entre la corrupción económica y la corrupción política, es la principal tarea del estadista de nuestros días.
Theodore Roosevelt