La contribución que una Europa organizada y viva puede aportar a la civilización es indispensable para el mantenimiento de unas relaciones pacíficas.
Robert Schuman
Fue sólo cuando alcanzó el bosque que pude alejar mis ojos para ver a mi compañero. Estaba muerto.
Ambrose Bierce
Quisiera ser palabra de amor para estar en la poesía de tus ojos.
Anónimo
Construir con madera, construir en fallas, construir en cuencas bajas, cada era crea sus propios desastres naturales.
Chuck Palahniuk
La cocina es multisensorial. En el instante en el que pruebas un plato, la información que llega al cerebro es impresionante.
Ferran Adrià
El hombre necesario del porvenir ha debido hallarse siempre en contradicción con su época.
Friedrich Nietzsche
La única revolución es intentar mejorar uno mismo esperando que los demás también lo hagan.
Georges Brassens
Ante el error sólo podemos pedir una explicación psicológica, la verdad exige un análisis lógico.
Hans Reichenbach
Para las almas es muerte llegar a ser agua, para el agua es muerte llegar a ser tierra, y de la tierra nace el agua, del agua el alma.
Heráclito
Yo tengo muy reducida esa parte de la cabeza destinada a recibir las cosas que no están claras.
Joseph Joubert
Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.
Julio Cortázar
Desgraciadamente, la mayoría de los niños no tienen a nadie que desempeñe el papel que el psicólogo tuvo en la vida de Gillian, y más aún en la actualidad. Cuando un niño es demasiado nervioso e inquieto, le recetan algo y le piden que se tranquilice.
Ken Robinson
Por la calle del después se llega a la plaza de nunca.
Luis Coloma
Los días pueden ser iguales para un reloj, pero no para un hombre.
Marcel Proust
La dicha no es una emoción, no es un lugar. La dicha es un estado de ánimo que solo se puede lograr si entendemos el contraste con el estado de ánimo opuesto.
Salma Hayek
Dejarás de temer cuando dejes de esperar.
Séneca