Las universidades son lugares donde los guijarros son pulimentados, y los diamantes, empañados.
Robert G. Ingersoll
No cases nunca con ninguna viuda, a menos que su primer marido haya muerto en la horca.
Anónimo
Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.
Benjamin Franklin
Cuanto menos sabes, más crees.
Bono
Nuestras peores debilidades y bajezas las solemos cometer por causa de las gentes a quienes más despreciamos.
Charles Dickens
... los oradores, cuando no bastan a defender la causa por justicia, se acogen a las voces, como el cojo al caballo.
Erasmo de Róterdam
El hombre llega al conocimiento y dominio de sí mismo, que es tanto como llegar a su verdadera mayoría de edad, cuando duda de todo y de todos, desprecia todo y perdona a todos.
Esteban Calle Iturrino
En un momento histórico en que el capitalismo no conoce fronteras, parece ilógico y contradictorio que los socialistas las inventemos incluso donde no las hay.
Felipe González
La felicidad del hombre tiene por nombre yo quiero.
Friedrich Nietzsche
Fe: no querer saber la verdad.
¿Cómo podemos conocer los límites si no tratamos de sobrepasarlos?
Gilles Villeneuve
El fútbol, como la vida, es un estado de ánimo.
Héctor Veira
Si no preparamos y llevamos a cima una espléndida reparación, no tenemos el derecho, ¡no, señor!, de dar el nombre de país civilizado a esos desgraciados pueblos. Los otros nos rehusarán, y justamente, sus consideraciones, y todos se creerán autorizados para atentar contra nuestro territorio.
Juan Montalvo
La educación de un hombre no se completa hasta que muera.
Robert Edward Lee
Quizá esto no aparezca tan claro al escribir, pues entonces siempre se alcanza algún resultado debido al talento y a la práctica, lo cual deja muy atrás su procedencia; pero en la lectura se revela inequívoco. Hoy día casi nadie lee; todos se sirven del escritor únicamente para descargar en él, de un modo perverso, los propios excedentes bajo forma de aceptación o repudio.
Robert Musil
Juzguen por ustedes mismos si pertenecen a los esclavos del ayer o a los hombres libres del mañana.
Yibrán Jalil Yibrán