La felicidad recupera en altura lo que le falta en longitud.
Robert Frost
Qué pena recordar a la sirena cada vez que pasan los bomberos, la poli o la ambulancia.
Andrés Calamaro
Haz que la otra persona se sienta importante, y hazlo sinceramente.
Dale Carnegie
Los hombres no son sino los instrumentos del genio del universo.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Desde entonces, el recuerdo de León fue como el centro de su hastío; chisporroteaba en él más fuerte que en una estepa de Rusia, un fuego de viajeros abandonado en la nieve.
Gustave Flaubert
Yo no creo en el felices para siempre. Yo creo en los que se sobrellevan a diario sus imperfecciones, colaboran juntos en sus proyectos y se aman cada día sin prometerse eternidad.
Ignacio Novo Bueno
Yo no soy sabio ni menos virtuoso, pero, gracias a Dios, tengo la docilidad de un buen hijo de la Iglesia, de cuya obediencia no permita el Señor me aparte jamás.
Jerónimo Usera
Este es el trato: Me desobedecen, se mueren. Intentan escapar, mueren. Me irritan o me molestan... y adivinen qué? Mueren.
Joel Kinnaman
Necesariamente vence siempre el entusiasta al apático. No es la fuerza del brazo, ni la virtud de las armas, sino la fuerza del alma la que alcanza la victoria.
Johann Gottlieb Fichte
En la cama de un matrimonio (en opinión del doctor Teodoro), el deseo no impide el pudor, el amor no se opone al recato, pues el deseo y el amor de los esposos están hechos de materias puras, aun en la secreta intimidad conyugal.
Jorge Amado
Felicidad, no supe hasta este día que como un abanico entre sus pliegues guarda en sí ese paisaje deseado del aire, tú en ti misma te encerraras, sin que el hombre cansado consiguiera ver llegar a sus sienes la frescura de tu aliento.
Juan Gil-Albert
¡Qué tanto puede una mujer que llora!
Lope de Vega
Todos somos maestros y alumnos. Pregúntate: ¿Qué vine a aprender aquí y qué vine a enseñar?
Louise Hay
El reparto de talentos siempre fue arbitrario, a nadie le dieron a elegir.
María Dueñas
Cuanto más felices pueden ser las personas, más infelices se vuelven.
Paulo Coelho
El poeta se asoma a la alberca del poema y ve el mundo reflejado a su alrededor; toma conciencia de su existir y accede al espacio íntimo del ser. Todo lo que el poema puede lograr es que esa experiencia llegue a ser compartida por los lectores. Pero no garantiza que algo cambie.
Seamus Heaney