Los actores, artistas y cineastas pueden experimentar las vidas de otras personas, historias o experiencias que uno no puede llegar a tener personalmente. Eso es lo más divertido de mi trabajo.
Robert De Niro
Desearía mirarme con las pupilas duras de aquel que más me odia, para que así el desprecio destruya los despojos de todo lo que nunca enterrará el olvido.
Ángel González
Cada ciudad con 800 mil o un millón de habitantes, genera su propia zona prescindible, compuesta por esa gente sin oficio ni beneficio, en el filo de la navaja entre la sobrevivencia y el delito.
Carlos Monsiváis
¿Sabe... esas películas que empiezan a ralentizarse, a fundirse...? Así es Berlín.
Charlize Theron
La cabaña donde te despojabas de tu traje antes del baño se cambió para siempre en un cristal abstracto. Y en él está la oscura miel de la tarde, junto al balcón, y las pequeñas lechuzas, graciosas, y el olor de los arneses.
Czeslaw Milosz
Miradas todas del amor, instantes divinos, moristeis prematuramente.
Friedrich Nietzsche
Mientras, doméstica o extranjera, tenga usted tiranía, ¿cómo puede tener patria? La patria es la casa del hombre, no la del esclavo.
Giuseppe Mazzini
Aunque podamos ocultar los recuerdos, no podemos borrar la Historia.
Haruki Murakami
La conciencia de la precariedad de la existencia agrega valor al momento presente.
Hubert Reeves
Los ricos que no saben usar de sus riquezas son de una pobreza incurable, porque es pobreza de espíritu.
Jenofonte
Casi nunca un tipo muy listo es un hombre bueno.
John Steinbeck
Por desgracia, una cosa es sentir y otra expresar bien lo sentido.
Juan Valera
Tres cosas hay destructivas en la vida: la ira, la codicia y la excesiva estima de uno mismo.
Mahoma
La palabra, como medio para unificar las tendencias. La acción, como medio para establecer los principios de la vida práctica.
Práxedis G. Guerrero
Cuando un hombre encuentra a su pareja, comienza la sociedad.
Ralph Waldo Emerson
El viejo Dios creó a los hombres del ayer lejano, es decir, a un humano que poseía la facultad de errar, de modo que el que erró fue el mismísimo Dios. La tabla pitagórica es más sabia y más absoluta que el viejo Dios, pues jamás se equivoca, jamás yerra.
Yevgueni Zamiatin