La pluma puede llegar a ser más cruel que la espada.
Robert Burton
El día de la despedida, desde esta playa de mi vida, te hice una promesa; volverte a ver así, más de cincuenta veranos hace hoy que no nos vemos, ni tú ni el mar ni el cielo, ni quien me trajo a ti.
Amaia Montero
La sinceridad, enemiga del ganador.
Enrique Bunbury
Siempre vive con grandeza quien hecho a grandeza está
Ernst Wiechert
La armonía de las armas no depende del parentesco de los cuerpos.
Friedrich Schiller
Una buena acción no lava la mala, ni una mala lava la buena. Cada una debe tener su recompensa.
George R. R. Martin
Mis pensamientos asesinan al Estado.
Henry David Thoreau
Para superar el trauma del divorcio, me hice prescribir una noche en la mansión Playboy.
James Caan
Las ilusiones tienen tanto valor para dirigir la conducta, como las verdades más exactas.
José Ingenieros
Compañerismo no siempre es amistad. Pero amistad siempre es compañerismo.
José Narosky
Ahora algunos están en el vuelva señor González Yo no... pero a la secretaría general del Partido Socialista no me importaría.
Mariano Rajoy
Todos los hombres matan lo que aman... Unos matan su amor cuando son jóvenes y otros cuando son viejos; unos lo ahogan con manos de lujuria, otros con manos de oro... Unos aman muy poco, otros demasiado, algunos venden y otros compran; unos dan muerte con muchas lágrimas y otros sin un suspiro; pero aunque todos los hombres matan lo que aman, no todos deben morir por ello.
Oscar Wilde
Si te caes siete veces, levántate ocho.
Proverbio Chino
El tiempo, para poder ser expresado por el lenguaje, tiene que ser absoluto; ésta es una proposición acerca de la relación imposible entre el tiempo y el lenguaje; porque el lenguaje que la expresa es el producto relativo de una operación absoluta: el pensamiento.
Salvador Elizondo
No hay nada mejor que imaginar otros mundos para olvidar lo doloroso que es el mundo en que vivimos.
Umberto Eco
No puede haber amistad donde no hay libertad. La amistad ama la libertad, y no será encerrada en pequeños y estrechos recintos.
William Penn