¡Dios está en el cielo, no te preocupes mundo!
Robert Browning
Conoces lo que tu vocación pesa en ti. Y si la traicionas, es a ti a quien desfiguras; pero sabes que tu verdad se hará lentamente, porque es nacimiento de árbol y no hallazgo de una fórmula.
Antoine de Saint-Exupéry
Y al llegar la aurora, armados de ardiente paciencia, entraremos en las espléndidas ciudades.
Arthur Rimbaud
Quiero inspirar a la siguiente generación.
Felix Baumgartner
Los nombres propios designan fuerzas, acontecimientos, movimientos y móviles, vientos, tifones, enfermedades, lugares y momentos antes que personas. Los verbos en infinitivo designan devenires y acontecimientos que desbordan modas y tiempos.
Gilles Deleuze
El pintor interpreta la realidad y la cámara la plasma. Todo en la primera es ficción, mientras que la segunda es la suma de lo real más la sensibilidad del fotógrafo.
Isabel Allende
Quien ha sido tu amigo durante muchos años habla con una autoridad que es venenosa si la emplea en tu contra.
Javier Marías
Lo malo de las desgracias muy grandes, de las que nos parten en dos y parece que no van a poder soportarse, es que quien las padece cree, o casi exige, que con ellas se acabe el mundo, y sin embargo el mundo no hace caso y prosigue, y además tira de quien padeció la desgracia.
Si lucho por tu libertad, si canto, no canto porque te quiero. Tampoco por enjugar tus lágrimas, sino porque te necesito felizmente libre. Porque en tu libertad, en tu felicidad, veo las mías.
Josu Jon Imaz
Los poetas son como los proverbios: siempre se encuentra uno que está en contradicción con el otro.
Julio Verne
No hay peñasco sin nombre.
Lucano
La base del fracaso es verse incapaz de lograr lo más deseado en la vida: el amor.
María Vallejo-Nágera
Los hombres, en general, no son sino niños grandes.
Marlene Dietrich
La experiencia es lo que obtienes cuando no obtienes lo que quieres.
Natalia Gómez Del Pozuelo
Las ranas se tiran al estanque como si se echasen al correo.
Ramón Gómez de la Serna
El autor joven siempre escribe de sí mismo aun cuando hable de los demás, y el autor maduro siempre escribe de los demás aun si habla de sí mismo.
Rosa Montero