Si alguien quiere ser programador, hay un solo camino: elegir software libre y aprender a programar. Es más fácil porque se puede leer su código.
Richard Stallman
La idea de que sus padres le dieran la espalda era demasiado dolorosa; la sospecha de que lo hubieran olvidado definitivamente, desoladora. Aunque era lo que él mismo había hecho con ellos durante tantos años.
Ana Iturgaiz
Pues en cuestiones de amor cuando menos lo sospechas, del arco vuelan las flechas, y es blanco tu propio honor.
Arturo Pérez-Reverte
Muchos que cometen las acciones más vergonzosas arguyen las mejores razones.
Demócrito
Los traicioneros son siempre desconfiados.
J. R. R. Tolkien
El héroe se sacrifica por algo... Ahí está la moralidad del asunto.
Joseph Campbell
Si las cárceles están llenas, las sepulturas, sin embargo, están vacías.
Luigi Lambruschini
Andaré este largo camino, este camino tan largo, hasta el final, hasta el final del corazón, andaré este camino largo, largo, largo...
Mahmud Darwish
Habéis contraido una gravísima responsabilidad legalizando el Partido Comunista: la historia os pedirá cuentas.
Manuel Fraga Iribarne
Los amores más duraderos son aquellos en que uno de los dos amantes es extraordinariamente celoso.
Mariano José de Larra
La imaginación gobierna el mundo.
Marlene Dietrich
Bob Dylan y The Band son lo más fuerte que he escuchado en mi vida.
Marlon Brando
La única garantía que tenemos para conservar a los seres que amamos, es nunca dejarlos de hechizar con esas pequeñas atenciones que cautivan el corazón. Atreverse a ser libre es atreverse a dar libertad.
Miguel Ángel Cornejo
Muamar Gadafi no es una persona normal a la que se pueda envenenar o contra la que se pueda llevar a cabo una revolución.
Muamar el Gadafi
Es indispensable crecer hacia el sur, hacia el mar y hacia el frío, porque el sur, el mar y el frío fueron la señales de la franja que abandonamos, los segmentos del perfil inconcluso que subsiste en la Argentina.
Raúl Alfonsín
En el andén del tren del purgatorio preguntan quién quiere alquilarse un dormitorio en el vagón de la clase ejecutiva donde Dios, el Diablo y sus mortajas juegan los dos tu futuro a las barajas.
Ricardo Arjona