Frase de Richard Lovelace

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Los muros de piedra no hacen una prisión, ni los barrotes de hierro una jaula; para los espíritus inocentes y serenos eso no es sin... - Richard Lovelace

Los muros de piedra no hacen una prisión, ni los barrotes de hierro una jaula; para los espíritus inocentes y serenos eso no es sino un lugar solitario.

Richard Lovelace

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Estudio ajedrez ocho horas al día, por principio.

Alexander Alekhine

Las bellas acciones ocultas son las màs estimables.

Blaise Pascal

Les habían enseñado a odiarme, pero su odio estaba ahora mezclado de terror; y esa mezcla es la más terrible de las complicaciones de la pasión humana.

Charles Maturin

Comenzar y desarrollar un negocio tiene tanta relación con la innovación, entusiasmo y determinación de las personas detrás de éste como del producto que venden.

Elon Musk

La desgracia de los hombres proviene siempre de que colocan mal su precaución y su confianza.

Epicteto

Ningún ruido en las ciudades ni en el campo oía; sólo se hace de la tierra dueño, lleno de olvido y de silencio el sueño.

Estacio

Estoy satisfecho con lo que he encontrado, tengo los mejores músicos del mundo y la mejor ópera del mundo.

Frédéric Chopin

Quien alcanza su ideal, sólo por este hecho lo rebasa.

Friedrich Nietzsche

¿Cómo se supone que voy a sanar si no puedo sentir el tiempo?

Guy Pearce

Quienes cruzan el mar cambian de cielo, pero no de alma.

Horacio

Boguemos, boguemos, la barca empujad, que rompa las nubes, que rompa las nieblas, los aires las llamas, las densas tinieblas, las olas del mar.

José de Espronceda

A alta velocidad, la tristeza no es una posibilidad seria.

Joyce Carol Oates

Una verdad moral, expuesta con gracia y habilidad, brillando a cada paso y coronando el desenlace de una obra de fantasía, puede añadir, realmente, gloria artística al libro, pero no por ello es más verdad en la última página que en la primera.

Nathaniel Hawthorne

La risa ruidosa muestra la vaciedad del espíritu.

Oliver Goldsmith

Estoy seguro de que no existe un olvido total: las huellas, una vez impresas en el alma, son indestructibles.

Thomas de Quincey