Las cosas más importantes de la naturaleza parecen ser resultados del azar o de accidentes.
Richard Feynman
Asombra que yo no haya abandonado aún todas mis esperanzas, puesto que parecen absurdas e irrealizables. Sin embargo, me aferro a ellas, a pesar de todo, porque sigo creyendo en la bondad innata del hombre.
Ana Frank
Me agradan las mujeres hermosas que se lavan con agua pura, los chistosos que no preparan sus chistes y los literatos que escriben sin pensar en la imprenta.
Armando Palacio Valdés
Tu corazón sabe lo que necesitas. La otras personas tienen otras agendas.
Brian Weiss
Estar triste equivale casi siempre a pensar en sí mismo.
Diane de Beausacq
Sembrar el terror... eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros.
Emilio Mola
Ningún hombre será el mejor si no tiene fuego en la sangre.
Enzo Ferrari
¿Qué hago yo con las montañas de papeles que he firmado jurando morir o amar?
Ismael Serrano
Los pobres heredarán la tierra, pero no sus derechos sobre los minerales.
Jean Paul Getty
Tu silencio junto al mío es un idioma.
José Narosky
Pero la vida política no puede hacerse sino donde hay libertad y donde impera una constitución.
Leandro Alem
Cerradas las puertas de la razón ya no hay lágrimas ni religión.
León Gieco
Prohibirnos algo es despertarnos el deseo.
Michel de Montaigne
No se debe adquirir el amigo en la mesa.
Séneca
La risa más agradable es aquella a la que nos entregamos a costa de nuestros enemigos.
Sófocles
En la cultura depredadora, el trabajo se asocia en los hábitos de pensamiento de los hombres con la debilidad y la sujeción a un amo. Es, en consecuencia, una marca de inferioridad y viene por ello a ser considerada como indigna de un hombre que ocupa una buena posición.
Thorstein Veblen