De la vida lo que más extraño es mi sombrero, es un enigma no resuelto lo que sucede con los sombreros de la gente muerta. Cuando me maté lo primero que cayó al suelo fue mi sombrero y ya nunca más lo volvà a ver.
Richard Brautigan
Gracias a que mi música es muy de Buenos Aires, muy porteña, estoy trabajando en todo el mundo, porque encuentran que es una cultura diferente, una cultura nueva, es como el folklore, aunque de esto se hace poco y nada. Siempre están los eternos folkloristas en la Argentina que no han avanzado demasiado, pero con el tango yo avancé. Los demás que me vienen detrás están por el año 50 todavÃa.
Astor Piazzolla
Inmerso en mi silencio eres el cielo que sostiene un arroyo, que levanta un árbol. En que un lucero corta su voz de eternidad.
Carmen Conde
La filosofÃa es el cultivo de las facultades mentales. Desarraiga nuestros vicios y prepara el espÃritu para recibir la semilla adecuada.
Cicerón
Ningún descanso me redime del trabajo; la noche persigue mi reposo al dÃa y el dÃa a la noche.
Horacio
Nuestra intención es todo, nada pasa en este planeta sin ella, ni la más pequeña cosa ha sucedido sin una intención anterior.
Jim Carrey
Toda nuestra vida la empleamos en ocuparnos de los demás; una, mitad para amarlos y la otra mitad para hablar mal de ellos.
Joseph Joubert
Un buen consejo lo aceptarÃa aunque viniera del diablo.
Juan Bosco
Revolucionario será aquel que pueda revolucionarse a sà mismo.
Ludwig Wittgenstein
La montaña es pesada, pero una mariposa levanta a un gato en el aire.
Proverbio Chino
Arte, es el camino del creador a su obra.
Ralph Waldo Emerson
Los hombres que han llegado a hacerse célebres y que han influido poderosamente en los destinos de su paÃs, han sido todos grandes trabajadores.
Samuel Smiles
Profesor Norman, he leÃdo sus estudios sobre la capacidad cerebral, son algo rudimentarios pero ciertos.
Scarlett Johansson
No queda esperanza de remedio cuando los vicios se mudan en costumbres.
Séneca
Y si las cosas no cambian lo van a pagar caro, A las voces no las callan ni rejas ni disparos, Nos quieren prohibir por hablar tan claro, por denunciar el terrorismo de estado.
Toni el Sucio
Supón que, para divertir a sus amigos, un vienés bromista se inventa toda la historia del Ello, y del edipo, e imagina sueños que jamás ha tenido, y pequeños Hans que nunca ha visto... ¿Y qué sucede después? Pues que aparecen millones de personas dispuestas a convertirse realmente en seres neuróticos. Y otras miles dispuestas a explotarlas.
Umberto Eco