No te tomes a ti en serio, sino a la competencia.
Richard Branson
Decíos hasta empaparos de ello que la literatura es uno de los más tristes caminos que llevan a todas partes.
André Breton
El enfermo de amor, el traicionado y el celoso tienen el mismo olor.
Colette
Intentó recordar frases de consuelo de alguna situación similar que hubiera vivido en el pasado. Tras rebuscar en su limitada memoria inútilmente, una certeza le golpeó en plena cara: él jamás había consolado a nadie.
Fernando Trujillo Sanz
Se perdona mientras se ama.
François de La Rochefoucauld
Hay personas que pueden herir a otras, sólo por el mero hecho de existir.
Haruki Murakami
La educación hace a la persona fácil de llevar pero difícil de manejar, fácil de gobernar pero imposible de esclavizar.
Henry Brougham
Al final, ser presidente consiste en recibir la última llamada. Hay un momento en el que no cabe consultar a nadie más y uno se enfrenta en soledad a la decisión.
José María Aznar
Evidentemente, el cálculo por categorías jurídicas solo encubre las enormes diferencias existentes. Es claro, por lo mismo, que no sirve para nada.
Lenin
Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tú por dentro. En el momento en que te dispones a cambiar, es asombroso cómo el universo comienza ayudarte, y te trae lo que necesitas.
Louise Hay
No estoy en contra de la cirugía plástica, sólo estoy en contra de hablar de ella.
Madonna
¡Cuán fácil es la resignación para el inocente! Pero los culpables no llegan a conocer la paz jamás.
Mary Shelley
Es evidente que el común entusiasmo por la igualdad es, en un sentido fundamental, anti humano. Tiende a reprimir el florecimiento de la personalidad individual, de la diversidad y de la civilización misma. Es la búsqueda de la uniformidad de los salvajes.
Murray Rothbard
El varón noble y animoso es conocido por la paciencia que muestra en las adversidades.
Pachacútec
La solución a los problemas de dinero no está en el dinero sino en una mentalidad diferente.
Raimon Samsó
No creo que las historias románticas y en el: fueron felices para siempre.
Richard LaGravenese