La mayoría de las cosas por las que usualmente nos estresamos, realmente no valen la pena.
Richard Branson
Mis arreos son las armas, mi descanso el pelear, mi cama las duras peñas, mi dormir siempre velar.
Anónimo
Desde la creación de las Naciones Unidas, en 1945, han perdido la vida aproximadamente 20 millones de personas debido a más de cien conflictos importantes ocurridos en todo el mundo.
Boutros Boutros-Ghali
Los diferentes medios de comunicación nunca serán un sustituto para la cara de alguien que alienta con su alma a otra persona a ser valiente y honesta.
Charles Dickens
Aprendí mucho tomando drogas, mucho sobre mí mismo y sobre la vida. Dicho todo esto, no aconsejaría a nadie que las tomara. Pero, ¿Sabes una cosa? Odio ponerme en plan paternalista. Por más que diga, la gente joven va a seguir tomando drogas porque es una forma de experimentar. Todo depende de lo aventurero que sea uno. Yo he estado en el agujero y sé que es muy difícil salir de él.
David Bowie
Un hombre representa siete años más al día siguiente del matrimonio.
Francis Bacon
Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.
George Santayana
¿Podríais contener la risa?
Horacio
Nos gusta mezclar un poquito de estupidez, un poquito de inteligencia y espolvorearlo con un poco de sexualidad, mézclalo y entonces bébetelo.
Josh Homme
Sin renunciar de este mundo, quisiera enseñar a mi corazón, que fluya noche y día, como el agua clara.
Kaga no Chiyo
La inteligencia es la habilidad de evitar hacer el trabajo, y conseguir que el trabajo se haga.
Linus Torvalds
El que cree que Acerra huele al vino del día anterior, se equivoca: Alcerra bebe siempre hasta el amanecer.
Marcial
En definitiva, no nos engañemos, que nos sintamos bien o mal depende fundamentalmente de lo que internamente nos estamos diciendo, y este hecho nos lleva a un axioma fundamental: si aprendemos a controlar nuestros pensamientos, controlaremos nuestra vida.
María Jesús Álava Reyes
Me cago en el vapor, la electricidad y en los sueros inyectados.
Miguel de Unamuno
Un león que muere por la coz de un asno. ¡Gran alma ultrajada de un antiguo maestro!
Robert Browning
Bajo el agua seguía gruñendo, aún más fuerte y aterrador: llegó al barco, se quebró el puente; el barco cayó como plomo.
Samuel Taylor Coleridge