Ahora que no estás el silencio es un ruido que lastima tremendamente mis oídos.
Ricardo Arjona
¡Eejejejeeeejejemmm! porque eeeehejejjjejjjeeemmmjmm!
Andrés López
Los tecnócratas económicos podrán estructurar una reforma fiscal aquí, una nueva ley de seguridad social por allá o un régimen modificado de cambio de divisas en alguna otra parte, pero en realidad nunca podrán permitirse el lujo de una tabla rasa sobre la que construir, en su máximo esplendor; el marco completo de sus políticas económicas favoritas.
Arnold Harberger
La mayor virtudpolítica es no perder el sentido de la totalidad.
Emmanuel Mounier
Hay demasiada sombra en tus visiones.
José Asunción Silva
La historia se escribe desde el punto de vista de los vencedores, los vencidos nunca han escrito la historia. Se escribe, fatalmente, desde un punto de vista masculino.
José Saramago
Los libros son, en efecto, menos finitos que nosotros mismos. Incluso los peores sobreviven a quienes los escribieron.
Joseph Brodsky
¿No ves que no tengo amor y me hiela el menor frío?
Juan Ruiz de Alarcón
El mejor momento de mi vida fue cuando sentí estar enamorado por primera vez.
Luis Miguel
Todo es un tablero de ajedrez de noches y días, donde el destino, con hombres como piezas, juega: Acá y acullá mueve, y da jaque mate y mata, y uno por uno, vuelve a ponerlos en la caja.
Omar Jayam
La compasión nunca puede sustituir al amor.
Oscar Wilde
Un guerrero de la luz toma decisiones. Su alma es libre como las nubes en el cielo, pero él está comprometido con su sueño. En su camino libremente elegido, tiene que levantarse en horas que no le gustan, hablar con gente que no aporta nada, hacer algunos sacrificios.
Paulo Coelho
Una palabra puede herir. Pero un martillazo es feroz.
Roberto Fontanarrosa
Las esperanzas se encadenan.
Séneca
Estimada persona amargada, estoy orando por tí. Entiendo que no estás realmente enojado conmigo. Estás enojado con tu vida pero la estás tomando contra mí. Yo te comprendo y es por eso que estoy orando por tí.
Tony Gaskins
El odio y la desconfianza son los hijos de la ceguera.
William Watson