Se nos muere el amor, tiene fiebre de frío, se nos cayó de la cama cuando lo empujó el hastío.
Ricardo Arjona
Lo que emerge a través del acto de atención es lo incondicionado: quien eres en tu esencia, por debajo de tu nombre y de tu forma. Dejas de seguir un guión, te vuelves real. Cuando esa dimensión emerge dentro de ti, también la evocas en la otra persona. En último término no hay otro, siempre te estás encontrando contigo mismo.
Eckhart Tolle
Lo hice mejor porque no lo conocía e iba cargado de dudas y de asombro.
Eduardo Chillida
(Que) manifestar la herida duele más que padecerla.
Francisco de Rojas Zorrilla
La vida del hombre es interesante principalmente si ha fracasado. Eso indica que trató de superarse.
Georges Clemenceau
Si las palabras que escuchas te resultan absurdas, mejor que las canten. Así, no percibirás tanta estupidez.
Ismael Díaz Lázaro
No porque algo es verdad, hay que ponerlo en la cara de la gente.
Jaime Bayly
Cuando estoy en el escenario, trato de hacer una cosa: Llevar alegria a la gente. Al igual que la iglesia dice: La gente no va a la iglesia para encontrar problemas, si no para quitárselos.
James Brown
En este mismo instante yo te amo. Amo tu voz, tu amor, tu pelo, y sin embargo no sabría decirte por qué llevo tu rostro calado entre mis huesos...
Jorge Debravo
Necesito estudiar mucho y regar con toda especie de abonos violentos el jardín interior para no sentir tan intensamente el vacío de esta vida.
José Asunción Silva
La mujer participa con su sexo en todas las cosas de la vida. A veces en el amor.
Karl Kraus
La experiencia es lo único que trae consigo el conocimiento, y cuanto más tiempo estés en la tierra tanta más experiencia has de adquirir.
Lyman Frank Baum
Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella.
Montesquieu
No hay poder que no venga de Dios.
Pablo de Tarso
¡No intentéis engañarme fingiendo que os dejáis engañar!
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Vale más tener un modesto origen y vivir satisfecho entre los humildes, que pavonearse en un enojo espléndido y revestir una tristeza de oro.
William Shakespeare