¿Cuándo fue la última vez que viste las estrellas con los ojos cerrados?
Ricardo Arjona
Y así nacieron los hombres, con el propósito de mantener día con día la creación divina mediante lo mismo que dio origen a la tierra, el cielo y cuanto en ellos se halla: la palabra.
Carlos Fuentes
Quería hacer cosas nuevas en la danza, adaptarla al medio de las imágenes en movimiento.
Gene Kelly
... ninguna doctrina me enseñará nada desde hoy. Seré mi propio alumno y de mí solo aprenderé.
Hermann Hesse
Cuando al hombre se le pone como medida de todas las cosas, se le convierte en esclavo de su propia finitud.
Juan Pablo II
El mejor de los hombres es aquel que hace más bien a sus semejantes.
Mahoma
Lo malo es que la mayoría de los personajes que he visto ahora en el cine tienen que enseñar por ahí la bubi. Ojalá que no hubiera necesidad de hacer eso.
Ninel Conde
Se entra en música como se entra en religión.
Pablo Casals
Para mí, escribir no es una cuestión de libre albedrío, es un acto de supervivencia.
Paul Auster
Son cómicas las lamentaciones del gringo industrial, ex proletario que viene a hacer la América.
Rafael Barrett
Para crear un destino, se requieren cuanto menos norte y voluntad.
Renny Yagosesky
Los libros en prosa son perros de muestra que yo crío y vendo para mantener a mi gato.
Robert Graves
Sufrimos más por nuestras opiniones que por los acontecimientos mismos.
Séneca
En sus cartas a Sand, Flaubert mantiene un credo que había formulado de este modo en una carta dirigida a otra amiga en 1857: La vida es tan espantosa que el único medio para poderla soportar es evitarla. Y se la evita viviendo en el Arte, en la búsqueda incesante de lo Verdadero que proporciona lo bello.
Tzvetan Todorov
¡Cuán amargo es mirar la felicidad a través de los ojos de otra persona!
William Shakespeare
¡Oh ruiseñor! Tú eres de ardiente corazón: tus notas nos penetran, nos penetran, tumultuosa, indómita armonía. Cantas como si el dios del vino te dictara un mensaje de sátira amorosa: una canción de burla y de desprecio a la sombra, al rocío y a la noche callada y a la ventura firme y a todos los amores que descansan en esos tranquilos bosquecillos.
William Wordsworth