Si no tomamos conciencia del desastre ecológico que el hombre ha desatado en nuestro planeta las consecuencias serán terribles. Todos debemos comprometernos a luchar sin descanso por la rehabilitación del aire, el agua y la tierra.
René Gerónimo Favaloro
El papel de mi vida ha sido el rebufo que he dejado en la profesión. Eso es lo bueno, el que todo el mundo teóricamente hable bien de mí, me considere y me respete.
Alfredo Landa
La guerra es una enfermedad como el tifus.
Antoine de Saint-Exupéry
Las personas no son ridículas sino cuando quieren parecer o ser lo que no son.
Giacomo Leopardi
Nos avergonzamos de reconocer todo lo que debemos a la casualidad. De todos los bienhechores es el que cuenta con más ingratos.
Goswin Joseph Augustin de Stassart
La avaricia lo pierde todo por quererlo todo.
Jean de La Fontaine
Donde está la música devocional, Dios con su gracia está siempre presente.
Johann Sebastian Bach
Mi vida era única debido a la ausencia de todas esas pequeñas cosas que constituyen la normalidad de cualquier persona.
John Katzenbach
Con el deporte encaucé mi carácter. No me importaba sufrir ni qué cara ponía o el miedo al ridículo si al final ganaba. Puede que fuera una persona cargada de resentimientos pero, al menos, se me daba bien sacarles provecho.
Lance Armstrong
No se puede vivir sin amar.
Malcolm Lowry
La risa proviene casi siempre de un sentimiento de desproporción entre las cosas que la originan y nosotros mismos o la Naturaleza. La complacencia lleva consigo una alegría continua o momentánea; la risa, una comezón burlona solamente.
Philip Sidney
El caballo galopaba libremente, la confianza del jinete depositada en instinto seguro.
Ricardo Güiraldes
Jamás se fracasa tratando de cumplir con el deber, y sí cuando se descuida.
Robert Baden-Powell
El mal gusto es creativo. Es el dominio de la biología sobre la inteligencia.
Salvador Dalí
Pon a tus palabras el sello del silencio, y al silencio el de la oportunidad.
Solón
Porque, a veces, a las personas les ocurren cosas que no están preparadas para afrontar.
Suzanne Collins