Para mejorar nuestro conocimiento debemos aprender menos y contemplar más.
René Descartes
Es un tipo de esnobismo espiritual lo que hace a la gente pensar que pueden ser felices sin dinero.
Albert Camus
¿Te molestaría que hiciera ese vuelo sobre el Atlántico?
Amelia Earhart
No me atemorizan ni los gritos sediciosos, ni las amenazas. Desprecio hoy la muerte como la he despreciado en los campos de batalla. No puedo ni debo seguir esta discución iniciada en la forma que ha tomado. Si queréis discutir seriamente la situación del país, y buscar el remedio que conviene adoptar, designad a algunos individuos respetables con quienes pueda seguir tratando tan graves asuntos.
Bernardo O'Higgins
Yo, sin lucha, inerme, me declaro vencido, si vencerme es ver en ti mis manos maniatadas.
Blas de Otero
El clima tropical me sienta admirablemente bien; me hace ansiar vivir tranquilo durante algún tiempo.
Charles Darwin
Notre Dame gana incluso en belleza en la madurez.
Edward Rutherfurd
Las epidemias han tenido más influencia que los gobiernos en el devenir de nuestra historia.
George Bernard Shaw
A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Heráclito
Los grados religiosos son unas grandes blasfemias al intelecto y al razonamiento humano.
Ismael Leandry Vega
El hombre todo lo perfecciona en torno suyo; lo que no acierta es a perfeccionarse a sí mismo.
Jean-Baptiste Alphonse Karr
Los humanos son complicados.
Josh Gad
¡Señor! ¡Señor! El pájaro perdido puede hallar en los bosques el sustento, cualquier hora atravesar el viento. Y el hombre, el dueño que a la tierra envías armado para entrar en la contienda, no sabe al despertar todos los días en qué desierto plantará su tienda...
Juan Clemente Zenea
Creo que siempre o casi siempre en la infancia la madre representa a la locura. Nuestras madres siempre permanecen como las personas más locas y extrañas que jamás hemos conocido.
Marguerite Duras
Siempre he dicho que soy un hombre sencillo que escribe sencillamente.
Miguel Delibes
Y al ostentar desnuda tus hechizos, el mar, con un abrazo tembloroso, te envuelve en haz de onduladores rizos.
Salvador Rueda