El mejor científico está abierto a la experiencia, y ésta empieza con un romance, es decir, la idea de que todo es posible.
Ray Bradbury
La voluntad de la nación es una de esas expresiones que más profusamente han sido objeto de abusos por parte del astuto despótico de cada época.
Alexis de Tocqueville
Selvas tengo en el corazón; árboles gruesos prietos de ramas; yuyos, retamas, flores de malvón, pájaros en las ramas, todo eso tengo en mi corazón.
Alfonsina Storni
De todas las aberraciones sexuales, la peor es la castidad.
Anatole France
Pero yo no sabía lo que tenía que mostrarle ni a dónde me dirigía. Únicamente que tenía que ir, con un instinto sublime y condenado.
Anne Rice
El primer mandamiento del ser humano es: Algo tiene que pasar.
Chuck Palahniuk
Una alianza es más sólida si los aliados, mas bien que conocerse mutuamente, creen los unos en los otros: por ello, entre enamorados, la alianza es más sólida antes que después de la unión matrimonial.
Friedrich Nietzsche
Cuando jugó 45... h5 no podía creer a mis propios ojos.
Garri Kaspárov
Lo digo con responsabilidad. La foto final es muy cerrada.
Julio Borges
Imaginaos un jardín de Lenôtre correcto, ridículo y encantador.
Paul Verlaine
El profesor que realmente enseña, es decir, que trabaja los contenidos en el marco del rigor del pensar acertado, niega, por falsa, la fórmula farisaica, del haga lo que mando y no lo que hago. Quien piensa acertadamente está cansado de saber que las palabras a las que les falta la corporeidad del ejemplo poco o casi nada valen.
Paulo Freire
Algo absurdo, sí, pero este absurdo tiene una boca preciosa y sonríe.
Robert Walser
La verdadera nobleza es caminar toda la vida con pasos que salen del corazón; que tus actos estén de acuerdo con tus ideas, aunque el precio sea alto.
Rosa Montero
El olvido es una segunda muerte que las almas grandes temen más que la primera.
Stanislas de Boufflers
El poeta tienen su propia moral y la costumbre no es argumento para ellos.
Thomas Hardy
Prefiero un contable casado a tres contables enamorados.
Wenceslao Fernández Flórez