Cuando haces un mal trabajo y nadie te corrige, es cuando los han dejado solos, por eso cuando alguien les exige por dos horas es porque se preocupa por ustedes.
Randy Pausch
El número de locos es tan grande, que la prudencia se ve obligada a ponerse bajo su protección.
Agustín de Hipona
Todo poder es provisional, siempre llegará el último día.
Albert Jacquard
Lo prudente es elegir el terreno en que pueda uno pisar fuerte, y después hacerse respetar y temer, y, si es posible, tratar a los demás a puntapiés.
Ángel Ganivet
Su fisonomía, su gracia, su insensibilidad al frío y a la desazón general, estaban diciendo que era español.
Fernán Caballero
El amor no puede describirse igual que un árbol o el mar. Son los ojos con los que vemos. El ser santos aunque pequemos. Es la luz que pintando reflejemos.
Jeremy Davies
Sin la condición original que marcó al socialismo clásico, que proponía la abolición de la propiedad privada, un proyecto de izquierda debe considerar los diversos tipos de propiedad, utilizar el sistema de precios y el mercado debidamente regulado e incorporar modos de gestión más eficientes surgidos de la experiencia capitalista.
Jorge Arrate
El problema de la muerte no tiene solución. Tampoco la tiene el problema de la vida.
José Asunción Silva
Todos sabemos cómo el tamaño de las sumas de dinero parece variar de manera notable a medida que se nos paga o pagamos.
Julian Huxley
Un vino es la más sana e higiénica de las bebidas.
Louis Pasteur
El momento que más me marca es cuando gano el primer torneo ATP, en Holanda. Ahí desperté y dije: chuta que es fácil.
Marcelo Ríos
¿Me creen estúpido para pasar con banderas amarillas?
Michael Schumacher
En la poquita ropa de las cosas, habita la belleza básica, cansada del disimulo de su magnitud por culpa del exceso de las prendas.
Ricardo Arjona
La lucha por el derecho es la poesía del carácter.
Rudolf von Jhering
El trabajo y el placer, dos cosas esencialmente distintas, están unidas íntimamente por un lazo natural.
Tito Livio
Y crecí hasta convertirme en hombre. Metro sesenta y cinco, lo cual no te hace técnicamente hombre en Rusia.
Woody Allen