Los ladrillos saben esperar.
Ramón Gómez de la Serna
La libertad suele ir vestida de harapos; pero aun así, es muy bella, más bella que todas las libreas de oro y plata.
Amado Nervo
Soy único; pero aún así soy solamente uno. Yo no puedo hacerlo todo; pero aún puedo hacer algo; y porque no pueda hacerlo todo, no me negaré a hacer ese algo que pueda hacer.
Edward Everett Hale
Para siempre está compuesto de ahoras.
Emily Dickinson
Nadie tiene derecho a reducir mi libertad sino yo mismo. Vivo en una sociedad; pero no es suficiente para que tenga que sujetarme a un poder que no he creado, ni a unas leyes que no he hecho.
Francisco Pi y Margall
En este siglo XIX, acusado de egoísmo y de frialdad, ¡Qué señuelo para los corazones nobles y compasivos, para los ánimos caballerescos, retar los mismos peligros que el guerrero, pero con una misión de paz, de consolación y de abnegación, totalmente voluntaria!
Henri Dunant
Sí, trabajar en Hollywood da una cierta experiencia en el campo de la prostitución.
Jane Fonda
Un enemigo puede hacernos más mal, que bien diez amigos.
Jonathan Swift
Mientras que la angustia es la conciencia de la imposibilidad, la experiencia creadora es la conciencia de la posibilidad. En eso se parece a la alegría, que es amplitud, distensión, explosión.
José Antonio Marina
No hay nada peor que un adjetivo del año anterior.
Margaret Atwood
No te avergüences de ninguna pregunta, si es sincera. Generalmente son las respuestas las más acreedoras de vergüenza.
Mario Benedetti
¡A los príncipes se debe advertir, cuando acaso se equivocan, lo que es muy cierto que saber quisieran!
Nicolás Fernández de Moratín
No entiendo por qué a James Bond siempre lo debe interpretar un hombre.
Sarah Michelle Gellar
No tratar de no sufrir ni de sufrir menos, sino de no alterarse por el sufrimiento.
Simone Weil
Un tío sube al metro en Los Ángeles y se muere, ¿crees que alguien se da cuenta?
Tom Cruise
Yo juro que vale más ser de baja condición y codearse alegremente con gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza.
William Shakespeare