Si has cometido adulterio, no pienses en ello después, porque tu verdadero ser es puro. Tú no eres el pecador.
Ramana Maharshi
Ferrari siempre vive en crisis, de pesimismo si pierde y de optimismo si gana.
Alain Prost
Yo no escribo para ganar dinero, pero si escribo y tengo que comer, es mejor si me pagan.
Ana María Matute
La belleza intelectual no está en saber mucho: está en saber lo que conviene; la belleza sentimental, no en la violencia de las pasiones, sino en su naturalidad; la belleza plástica, no en la perfección exterior, según tipos escultóricos, sino en la concordancia de las formas con los hechos que constituyen la vida propia de la mujer.
Ángel Ganivet
El corazón no habla pero acierta.
Anónimo
Algo de Chávez me quisiera tatuar, de verdad.
Diego Armando Maradona
Oyes peleas, hueles la cena, escuchas el amor. Escuchas la radio... Escuchas a la gente rezando, peleando, roncando... traté de poner todo eso en la Flecha Aérea de Harlem.
Duke Ellington
No se desprecia a todos los que tienen vicios, pero sí a los que no tienen ninguna virtud.
François de La Rochefoucauld
Me visto para matar, pero con buen gusto.
Freddie Mercury
Si cada uno no retira otra cosa que el equivalente de lo que ha puesto, cierto es que la ley no resulta expoliativa, pero en ese caso nada hace en favor de aquellos hombres que carecen de riqueza: no hace nada en pro de la igualdad de ingresos. No puede ser elemento de igualización sino en cuanto quite a unos para dar a otros, y entonces se convierte en instrumento de la expoliación.
Frédéric Bastiat
Haz sólo lo que sea justo, lo demás vendrá por sí solo.
Goethe
En todas las ocasiones, las mujeres tienen más motivos de dolor que los hombres y sufren más que ellos.
Honoré de Balzac
Java debe ser un territorio neutral, la Suiza de la tecnología informática.
James Gosling
Ha extraviado a más mujeres la humildad que la soberbia.
Paul Johann Ludwig von Heyse
Será que la necedad parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio: la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio.
Silvio Rodríguez
Al percatarnos de que el editor es un proxeneta, el escritor una prostituta y el lector el cliente del burdel de la cultura, sentimos una especie de indigestión moral.
Stanisław Lem