Un amigo puede compararse como la obra maestra de la naturaleza.
Ralph Waldo Emerson
Los regímenes totalitarios justifican su existencia mediante una filosofía de monismo político, según el cual el Estado es Dios en la tierra, la unificación bajo la planta del divino Estado es la salvación, y todos los medios tendientes a tal unificación, por más perversos que intrínsecamente sean, son justos y pueden emplearse sin escrúpulos.
Aldous Huxley
Que el ánimo de cooperar se estimule con la reacción oportuna y eficaz.
Álvaro Uribe Vélez
No cases nunca con ninguna viuda, a menos que su primer marido haya muerto en la horca.
Anónimo
Voy a ti en silencio como un rayo de luz.
Carlos Sahagún
Busca la belleza en todo lo que hagas: busca siempre el lado positivo de las cosas.
Donald Trump
Los libros son faros erigidos en el gran mar del tiempo.
Edwin Percy Whipple
Cuando tú no sabes por qué has perdido, y si vuelves atrás lo volverías a hacer igual es porque vas por el buen camino.
Fernando Torres
Si no lo captas, es que no tenías que captarlo.
Frank Zappa
Si no puedes hacer el bien, por lo menos no hagas daño.
Hipócrates
Por más intensa que sea la tormenta, el espíritu ha de permanecer siempre impasible.
Jiddu Krishnamurti
La mejor actitud contra acusaciones falsas es el silencio y los hechos honestos contra palabras deshonestas.
John Milton
Es sabido que la emoción del amor está ligada al estado de ánimo conocido como la fe, y esto se debe que el amor se aproxima mucho a traducir los impulsos de pensamiento propios en su equivalente espiritual.
Napoleon Hill
La verdad se produce al contacto de dos proposiciones, ninguna de las cuales es cierta; la relación entre ambas es cierta.
Simone Weil
Huye de los placeres que engendran tristeza.
Solón
Cuando una muchacha no nos hace en seguida, desde la primera mirada, una impresión tan fuerte que sea capaz de hacer despertar en nosotros una imagen ideal de sí misma, no es, en general, digna de que nos tomemos el trabajo de buscarla en la realidad. Pero si despierta esa imagen, entonces nos sentimos, por grande que sea nuestra experiencia, como dominados, arrastrados por una fuerza desconocida.
Søren Kierkegaard