La tragedia está en los ojos del que la contempla, no en el corazón del que sufre.
Ralph Waldo Emerson
Los hombres mueren y no son felices.
Albert Camus
... las fuerzas espirituales que unen a los pueblos no pueden ser destruidas de una manera permanente por las tempestades políticas de los tiempos actuales.
Albert Einstein
Así como los ojos de los murciélagos se ofuscan a la luz del día, de la misma manera a la inteligencia de nuestra alma la ofuscan las cosas evidentes.
Aristóteles
Tres pasiones, simples pero abrumadoramente fuertes, han gobernado mi vida: el anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad.
Bertrand Russell
Me motiva mucho que la gente se interese por mí
Cristiano Ronaldo
La Biblia en general no consiente ninguna comparación. Estamos entre judíos: primer punto de vista para no perder aquí completamente el hilo.
Friedrich Nietzsche
Si hubiera esperado que otra gente hiciera mis herramientas y mis cosas nunca hubiera hecho nada.
Isaac Newton
Mi tarifa será de mil dólares la hora fuera del tribunal y dos mil dentro, con un pago a cuenta de cinco millones no reembolsables, desde luego.
John Grisham
La ignorancia de la historia es algo sumamente peligroso; casi todo el mundo ignora lo que de verdad ha pasado...
Julián Marías
La única victoria sobre el amor es la contienda.
Marlene Dietrich
La acción sólo es humana cuando, más que un mero hacer, es un quehacer, vale decir, cuando no se dicotomiza de la reflexión.
Paulo Freire
Una idea original se puede producir en cualquier ambiente, conserve o no la herencia de lo pasado, pero sólo será dominadora si encuentra ya el camino abierto para ella por una sucesión de ideas que le sirvan de antecedente.
Ramiro de Maeztu
Me gustaría que me recuerden como uno de los que defendió la música de Córdoba, la música del cuarteto.
Rodrigo Bueno
Cuando té pasa algo traumático en tu vida, puedes tomar uno de dos caminos: Puedes deprimirte, o puedes decir, no me importa. Haré lo que quiero hacer.
Soraya Lamilla
Algunas personas hacen promesas por el solo placer de quebrantarlas.
William Hazlitt