La cortesía ha sido definida, algo cínicamente, como un artificio de las personas inteligentes para mantener a cierta distancia a los necios.
Ralph Waldo Emerson
El testimonio de mi conciencia es para mí de mayor precio que todos los discursos de los hombres.
Cicerón
Las acciones de un hombre no sólo son interdependientes en cualquier período limitado de su vida, sino durante toda su duración, de la cuna a la tumba.
David Hume
Frívolo y disperso, aficionado en todos los campos, no habré conocido a fondo más que el inconveniente de haber nacido.
Emil Cioran
Es un sueño hecho realidad.
Fernando Alonso
El cine es un vehículo de expresión, pero no estoy muy seguro de que sea un arte.
Fernando Fernán Gómez
El aburrimiento es la explicación principal de por qué la historia está tan llena de atrocidad.
Fernando Savater
El valor en la vida es con frecuencia un espectáculo menos dramático que el valor ante el momento final; pero no deja de ser una magnífica amalgama del triunfo y tragedia. Un hombre hace lo que debe -sin importarle las consecuencias personales, los obstáculos, las presiones ni los peligros-, y este es el fundamento de toda moralidad humana.
John F. Kennedy
La mujer que no tiene suerte con los hombres no sabe la suerte que tiene.
Les Luthiers
Pienso con frecuencia en esta imagen que sólo yo sigo viendo y de la que nunca he hablado.
Marguerite Duras
El mono es el hombre y la lección luminosa de la luna... ¿Buda?
Masaoka Shiki
Soy partidario del amor libre: la no institucionalización de los afectos, sea con puntillitas de juez o con estola.
Pablo Castellano Cardalliaguet
Aprendamos a apreciar los momentos en los descubriremos los árboles y podamos recoger la fruta.
Peter Sellers
El hombre averigua que se ha equivocado en los anteriores pasos de la carrera, sólo para llegar a la desconcertante conclusión de que por fin se halla plenamente en el recto camino.
Robert Louis Stevenson
Los vicios que se manifiestan son los más ligeros: los peligrosos son aquellos que se esconden bajo la virtud.
Séneca
Acuérdate de mi esta noche, su voz sonó frágil y delgada y muy lejana.
Virginia Woolf