Ganar aquí era un objetivo más, pero al final es un partido más también.
Rafael Nadal
Y si lo que tengo yo me basta para vivir, si lo que suele sobrar no se puede poseer, yo ¿para qué he menester lo que no puedo gozar?
Agustín Moreto
Solamente del misterio se tiene miedo.
Antoine de Saint-Exupéry
Todos los necios son obstinados y todos los obstinados son necios.
Baltasar Gracián
Si vienen aquí con una pistola y la sostienen en mi cabeza, mejor deberían asegurarse de pueden apretar el gatillo. Y deberían asegurarse de que tienen balas, porque si las olvidan, que tengan cuidado.
Bernie Ecclestone
Los más ilustrados de entre los griegos sostenían que la esclavitud era justificable siempre que los amos fueran griegos y los esclavos bárbaros, pero el caso opuesto era contrario a la naturaleza.
Bertrand Russell
Gobemar con exceso es el mayor peligro para los gobiernos.
Conde de Mirabeau
Cienciología... Pones unas monedas y un tipo te resuelve unas cuantas de tus preguntas, y si pagas suficiente dinero te convierte en un Maestro ¿Qué diferencia tiene con las otras religiones?
Frank Zappa
Todas las familias tienen sus altibajos, y a veces una familia pasa de la miseria a la riqueza y de la riqueza a la miseria en tres o cuatro generaciones, y el proceso vuelve a empezar.
Gay Talese
Tu cuerpo es el paraíso perdido del que nunca jamás ningún Dios podrá expulsarme.
Gioconda Belli
Cuando una gran transformación se realiza en la condición humana, trae siempre consigo un cambio gradual en las ideas.
Hippolyte Taine
No considero a la bomba atómica como una fuerza tan importante como ciertas personalidades piensan.
Iósif Stalin
La causa de los problemas de los Beatles es que no podemos estar siempre a expensas de lo que Paul haga, porqué sería el caos para George, Ringo y para mí
John Lennon
¿Me amarás? Murmuraste. Lenta y grave vibró en mis labios la promesa suave de la dulce, la amable moabita. Y fue como un ¡amén! En ese instante el toque de oración que alzó vibrante la rítmica campana de la ermita.
Juana de Ibarbourou
Encontrarse nuestros ojos.
Manuel Acuña
A través de los siglos, por la nada del mundo, yo, sin sueño, buscándote.
Rafael Alberti