Siempre inventamos grandes cualidades en los que nos adulan. Éste es el secreto de muchas carreras políticas.
Rafael Barrett
Las mujeres, con notables excepciones, son más inteligentes que nosotros, o cuando menos más sinceras consigo mismas sobre lo que quieren o no. Otra cosa es que se lo digan a uno o al mundo.
Carlos Ruiz Zafón
La anorexia es terrible, pero sólo puedes salir de ella solo, como solo has entrado.
Celia Imrie
Libro: "Botella al mar", se ha dicho. Pero con un mensaje equívoco, que puede ser interpretado de tantas maneras que difícilmente el náufrago sea localizado.
Ernesto Sabato
Sobre esto dejemos crecer la hierba.
Georg Christoph Lichtenberg
Recordando los placeres que he tenido anteriormente, los renuevo, gozo de ellos una segunda vez, mientras que me río de los problemas ahora pasados, de los cuales no siento nada más.
Giacomo Casanova
Lo mejor del mundo lo han hecho siempre los diletantti, los que hacen las cosas por deleite, por amor y no por obligación o rutina.
Gregorio Marañón
Hay un montón de errorespolíticos que una vez hechos, se convierten en principios.
Guillaume-Thomas Raynal
Me parece una tontería ponerse contento un día determinado por decreto del gobierno.
Guy de Maupassant
No hay camino demasiado largo para quien anda despacio, sin apresuramientos; no hay victorias demasiado lejanas para quien se prepara a ellas pacientemente.
Jean de la Bruyere
La vida es breve para todos aquellos que realmente consiguen entender que el mundo un día acaba del todo.
Jostein Gaarder
No hay más que una alternativa: ¡o la revolución rusa desencadena un movimiento revolucionario en Europa, o las potencias aplastarán la revolución rusa!
León Trotski
A los hombres se les debe gobernar con guante de acero dentro de guante de terciopelo.
Napoleón Bonaparte
La opinión es como el culo: todo el mundo tiene uno...
Pepe Rubianes
No te tomes a ti en serio, sino a la competencia.
Richard Branson
La posesión, sólo por sí, es algo vulgar, y los medios de que los apasionados se suelen servir la mayor parte de las veces para eso son bastante bajos; no tienen escrúpulo en emplear para sus fines dinero, fuerza, influencias de otros, y hasta narcóticos.
Søren Kierkegaard