El benefactor llama a la puerta, pero el que ama la encuentra abierta.
Rabindranath Tagore
Ésa es una suerte de las viudas, ningún contratiempo les impide mejorar al hombre con el que convivieron y entre más tiempo pasa, mejor recrean el mundo idílico que alguna vez soñaron.
Ángeles Mastretta
Estoy podrida hasta el alma.
Barbara Stanwyck
La teoría del dinero necesariamente presupone la existencia de una teoría de liquidez de los bienes. Si logramos aprehender esto podremos entender cómo la suprema liquidez del dinero es sólo un caso especial -que únicamente presenta una diferencia de matiz- de un fenómeno genérico de la vida económica, es decir, la diferencia en la liquidez de las mercancías en general.
Carl Menger
El último peldaño de adversa fortuna es el primero de la próspera.
Carlo Dossi
Muchas veces somos tan severos con otras personas, nada más que como excusa para no acudir en su ayuda.
Charles Régismanset
Es hermoso evitar que otro cometa injusticia, pero si no, también lo es no ser cómplice de la injusticia.
Demócrito
No estoy en contra de los homosexuales. Me parece bien que existan, porque de esa manera dejan más mujeres libres para los que somos machos de verdad.
Diego Armando Maradona
Cada vez que hago un poema, pienso que algo se arranca de mí, algo que ofrezco a los demás.
Forugh Farrojzad
La felicidad estriba en nuestro placer y no en las cosas; somos felices por poseer lo que amamos, y no por poseer lo que los demás juzgan deseable.
François de La Rochefoucauld
Inglaterra es el paraíso de la individualidad, la excentricidad, la herejía, las anomalías, aficiones y humores.
George Santayana
Dios nos da la inteligencia para descubrir las maravillas de la naturaleza. Sin el don, nada es posible.
James Clavell
Los artistas tienen el derecho de ser modestos y el deber de ser vanidosos.
Karl Kraus
Los estudiantes de posgrado no existen para aprender cosas sino para aliviar a los profesores numerarios de la pesada carga de educar a la gente y realizar investigaciones.
Neal Stephenson
¡Huye lo más lejos de punta asesina, del espíritu cruel y de la risa impura que hacen llorar los ojos del azur con todo ese ajo de barata cocina!
Paul Verlaine
Hasta la muerte huye de los desgraciados.
Séneca