¡He perdido mi gotita de rocío!, dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas.
Rabindranath Tagore
No había que subestimar a las mujeres.
Camilla Läckberg
Los aldeanos no son blandos de corazón; al revés, suelen tenerlo tan duro y callado como las palmas de las manos; pero cuando no esta en juego su interés propio, poseen cierto instinto de justicia que los induce a tomar el partido del débil oprimido por el fuerte.
Emilia Pardo Bazán
La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre.
Ernest Hemingway
Un prisionero es un predicador de la libertad.
Friedrich Hebbel
Dios es la razón final de la salvación, de la fe y la elección en Jesucristo.
Gottfried Leibniz
La llamaré mañana, hoy se me hizo tarde. Esa forma tan cobarde de no decirnos que no.
Joaquín Sabina
Si un hombre desea ser plenamente humano, no puede conformarse con su cultura.
José Ramón Ayllón
En una pequeña o gran ciudad o pueblo, un gran teatro es el signo visible de cultura.
Laurence Olivier
Todo ser que haya vivido la aventura humana, vive en mí.
Marguerite Yourcenar
¿Creéis que hay gran diferencia entre un banquero de una mesa de juego robándoos en el Palais-Royal, o Matasiete pidiéndoos la bolsa en el bosque de Bolonia? Es lo mismo, señora; y la única distancia real que puede establecerse entre uno y otro, es que el banquero os roba como cobarde, y el otro como hombre valiente.
Marqués de Sade
El miedo es parte del juego, pero el tráfico en Brasil es mucho más peligroso que un circuito de Fórmula 1.
Nelson Piquet
Parral me gusta hasta pa morirme.
Pancho Villa
Si no has de amarme, dime que retire de ti mi admiración; si no he de amarte, haz que nunca te mire.
Pedro Antonio de Alarcón
Realidad siempre deberá ir entre comillas.
Richard Buckminster Fuller
Poca importancia tiene lo que da la fortuna, y apenas puede hacernos vencer de un lado o del otro: ni lo favorable exalta al sabio ni lo adverso le deprime, pues el sabio se ha esforzado siempre en confiar principalmente en sí mismo, y es en sí mismo es donde busca toda alegría.
Séneca