No es tan dañoso oÃr lo superficial como dejar de oÃr lo necesario.
Quintiliano
Maestro de las artes y aguzador del ingenio es un vientre vacÃo.
Aulo Persio Flaco
Acostumbramos a cometer nuestras peores debilidades y flaquezas a causa de la gente que más despreciamos.
Charles Dickens
Mientras la música siga estando allÃ, y mientras la gente la compre, todo va bien. Cuando dejen de comprar nuestros discos, entonces diré adiós y haré otra cosa, tal vez me vuelva stripper.
Freddie Mercury
Mi piano no ha llegado todavÃa. ¿Cómo lo envÃo? ¿Por Marsella o por Perpignan? Yo sueño con la música pero no puedo hacerla porque aquà no hay pianos... en este sentido este es un paÃs salvaje.
Frédéric Chopin
Es mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.
Groucho Marx
Todos los hombres de genio ven el mundo desde un ángulo diferente al de los demás, y en esto radica su tragedia.
Henry Havelock Ellis
El que no tiene tiempo para dolerse, no tiene tiempo para enmendarse.
Henry Taylor
Lucha sin cesar, y no te rindas. ¡Antes morir esforzadamente! Oponte orgullosamente y no te humilles. Podrás sucumbir, pero nunca hacer traición.
Ivan Yakovych Franko
Asà está el asunto: si va a haber barcos suficientes de modo que por su número nadie se quede aquÃ, nosotros zarparemos; pero si unos van a tener que quedarse y otros van a navegar, no embarcaremos en los barcos.
Jenofonte
El conocimiento no es algo separado y que se baste a sà mismo, sino que está envuelto en el proceso por el cual la vida se sostiene y se desenvuelve.
John Dewey
El poder arbitrario constituye una tentación natural para un prÃncipe, como el vino o las mujeres para un hombre joven, o el soborno para un juez, o la avaricia para el viejo, o la vanidad para la mujer.
Jonathan Swift
Que ni una palabra ni una mirada obscena manchen la casa en donde haya un niño.
Juvenal
Sin embargo, pronto comprendió que estaba en el charco de lágrimas que habÃa derramado cuando medÃa casi tres metros de estatura. ¡Ojalá no hubiera llorado tanto! -dijo Alicia, mientras nadaba a su alrededor, intentando encontrar la salida-. ¡Supongo que ahora recibiré el castigo y moriré ahogada en mis propias lágrimas!
Lewis Carroll
Tengo miedo de mirar mi dolor. No vaya a ser que me quede demasiado grande. Prefiero calzar mi deber como una valentÃa de espuelas e hincando mi pereza, que quisiera morir cobardemente, andar con frente firme ante la pampa yerma del dolor de los otros. Sólo asà quiero merecer.
Ricardo Güiraldes
Hay soledades en las que miras sólo con un ojo y miras sólo sal.
VladimÃr Holan