No permitas que tu lengua corra más que tu inteligencia.
Quilón de Esparta
La gente cree que soy el pato Donald, y que vivo en Disneylandia.
Antonio Banderas
Así, en infinitas tardes, fui penetrando en el canto de la llanura, gracias a esos paisanos. Ellos fueron mis maestros. Ellos, y luego multitud de paisanos que la vida me fue arrimando con el tiempo. Cada cual tenía su estilo. Cada cual expresaba, tocando o cantando, los asuntos que la pampa le dictaba.
Atahualpa Yupanqui
Los monopolios capitalistas originan por doquier condiciones bárbaras en las fábricas, en las minas y en los campos.
Bertolt Brecht
La ciencia siempre se ha preciado de ser empírica y creer solamente aquello que pudiera verificarse.
Bertrand Russell
Yo no tengo fanáticos, devotos es lo que tengo yo. ¿Por qué?... Porque yo soy la canción; yo no canto canciones ni las interpreto. Yo soy.
Bola de Nieve
¡Cómo puede haber una orgía -incluso emplearse esta palabra- cuando ni siquiera se han insinuado los límites, debilidades o preferencias, ni tan sólo los hábitos y costumbres?
Doris Lessing
Perseguir al todopoderoso dólar.
Edward Bulwer-Lytton
Cuando se socava la mentira patriótica, se despejada el camino para la gran estructura donde todos estarán unidos como una hermandad universal, una sociedad verdaderamente libre.
Emma Goldman
Brindo por la confusión de nuestros enemigos.
Frank Sinatra
Dentro, en tus ojos, donde calla y duerme un palpitar de acuario submarino, quisiera, licor tenue al difumino, hundirme, decantarme, adormecerme.
Gerardo Diego
Ver que las metas se hacen realidad y dar forma al futuro es altamente satisfactorio.
John C. Maxwell
El encanallamiento no es otra cosa que la aceptación como estado habitual y constituído de una irregularidad, de algo que mientras se acepta sigue pareciendo indebido.
José Ortega y Gasset
El que sólo practica la virtud para conquistar una gran reputación está muy cerca de caer en el vicio.
Napoleón Bonaparte
Si no viésemos a Dios de alguna manera, no veríamos ninguna cosa.
Nicolas Malebranche
Las enseñanzas de los grandes filósofos Sócrates y Platón no pueden, en modo alguno, armonizarse con las del Nuevo Testamento.
Oscar Cullmann