Mírate a ti mismo como si fueras alguien que de verdad te importa y quieres proteger. ¿Dejarías que alguien más se aproveche de ti? ¿Que otra persona abuse de aquella que realmente te preocupa? Si se tratara de alguien que te importa, sé que dirás algo. Bien, ahora ponte de nuevo en ese cuerpo. Esa persona eres tu. Ponte de pie y diles: ¡Basta!