El pueblo chino cada vez es más materialista y consumista, la gente venera las marcas de lujo, aman todos los símbolos de estatus para demostrar su riqueza y al mismo tiempo han ido abandonando progresivamente los ideales de la tradición marxista o comunista. Es una situación polémica porque la ideología oficial del régimen sigue siendo el comunismo, pero el consumismo avanza cada vez más en la sociedad.