El oro aumenta la sed de oro, y no la sacia.
Publilio Siro
Soy hermosa y mi piel es suave y el viento del mar me devuelve rocío de tiernas tersuras.
Clara Janés
El estrés estupidiza a la gente.
Daniel Goleman
Parecía el tren bala.
Héctor Veira
¡Qué difícil es vivir, oh fatigado corazón mío!
Henri-Frédéric Amiel
Nací a la orilla del mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me ha venido seguramente del ritmo de las olas...
Isadora Duncan
No dejes nunca de mostrar tu amor.
Jack Canfield
Cada uno tiene su propia vida, y es la única, nadie está dispuesto a no verla cumplida según su deseo.
Javier Marías
La esperanza está en los sueños, en la imaginación, y en el coraje de los que se atreven a hacer realidad los sueños.
Jonas Salk
Prefiero un príncipe torpe que oiga, a otro agudo y perspicaz que no admita más que sus propias decisiones.
Juan de Mariana
La ciencia puede descubrir lo que es cierto, pero no lo que es bueno, justo y humano.
Marcus Jacobson
Me casé para vivir juntos, pero ninguno se lo tomó muy en serio.
Orson Welles
Los economistas verdaderos no hablan de competitividad.
Paul Samuelson
La depresión es la incapacidad de construirse un futuro.
Rollo May
Conforme sé más de la humanidad, espero menos de ella, y ahora estoy dispuesto a decir que un hombre es bueno con menor exigencia de la que antes habría impuesto.
Samuel Johnson
Al cavilar sobre las limitaciones del espíritu humano siéntese algo así como abatimientos de rey destronado, nostalgias y desfallecimientos del águila alicortada y prisionera.
Santiago Ramón y Cajal