Soportamos los vicios conocidos y reprobamos los nuevos.
Publilio Siro
Por muy lentamente que os parezca que pasan las horas, las encontraréis cortas si reflexionáis en que nunca han de volver a pasar.
Aldous Huxley
¿Los negocios? Muy sencillo: el dinero de los demás.
Alejandro Dumas
Ni hay mujer que dé en graciosa, que lo sea cual conviene.
Alonso de Barros
La libertad viene de la luz que tienen dentro quienes nacen con ella puesta.
Ángeles Mastretta
Una relación nueva y osada de palabras es el más valioso obsequio para el espíritu, es nada inferior a una estatua del efebo Antinoo o a la poderosa bóveda de un portal.
Hugo von Hofmannsthal
Todos los imperios no son más que el poder en la confianza.
John Dryden
Porque esta vida es un milagro abierto...
Jorge Debravo
No practicamos la desobediencia civil. Wikileaks practica la obediencia civil, es decir, somos una organización que trata de hacer que mundo sea más civilizado y actúa contra organizaciones abusivas que presionan en la dirección opuesta.
Julian Assange
No podemos saber cómo será el futuro. El único modo de prepararse para él es sacar el máximo provecho de nosotros mismos, en la convicción de que al hacerlo seremos todo lo flexibles y productivos que podamos llegar a ser.
Ken Robinson
El artista es el creador de cosas bellas. Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte.
Oscar Wilde
Uno no está donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan, y aquí se te extraña tanto, que sigues aquí
Ricardo Arjona
Quisiera tener un rizo de tu oscura cabellera, para gastarme los ojos en sólo mirar sus hebras.
Salvador Rueda
Pasamos mucho tiempo ganándonos la vida, pero no el suficiente tiempo viviéndola.
Teresa de Calcuta
Toda obra de arte es un instante; toda obra de arte conseguida es una adquisición, un momentáneo detenerse del proceso, al manifestarse éste al ojo que lo contempla. Si las obras de arte son respuestas a sus propias preguntas, también se convierten ellas por este hecho en preguntas.
Theodor Adorno
En tiempo de paz, si bien no se extinguen los odios, cuando menos se dejan en suspenso.
Tito Livio