Querer llegar a ser bueno es gran parte de la bondad.
Publilio Siro
Hombre del sol, sujétame con tus brazos fuertes, muérdeme con tus dientes de fiera joven, arranca mis tristezas y mis orgullos, arrástralos entre el polvo de tus pies despóticos. ¡Y enséñame de una vez, ya que no lo sé todavía, a vivir o a morir entre tus garras!
Dulce María Loynaz
Cuando la luz emana de nosotros todo dentro de todos los otros queda en sombras y cuando nos envuelve ¡Qué negra luz nos anochece adentro!
Gilberto Owen
Un día estarás tumbado allí en un delicioso trance y de pronto una caliente brocha enjabonada te será aplicada en la cara... Lo tomarás a mal, un día el empleado de la funeraria te afeitará
Jack Kerouac
Toda ganancia gusta y complace, sea cual sea su origen.
Juvenal
Me gusta la gente que habla de forma directa. Ahorra tiempo.
Ken Follett
Hay muchas personas que no hablan nunca de sí mismas; pero esto lo hacen para pensar siempre en sí.
Madame Swetchine
¡Oh! La cólera de un tonto sin duda es cosa funesta.
Manuel Tamayo y Baus
Vagué por la isla como un fantasma, alejado de todo lo que amaba, y entristecido por esta separación.
Mary Shelley
Yo sembré mis sueños donde tú estás pisando ahora; pisa suavemente, porque tú estás pisando a mis sueños.
Paulo Coelho
No hay límites, sólo oportunidades de triunfar y de alcanzar lo que Dios nos coloque por delante.
Pedro Pantoja Santiago
El débil no concibe bien sino la fuerza. Es preciso ser fuerte para comprender que más allá de la fuerza hay algo.
Rafael Barrett
Vuélvete rosa desnuda al carmen rosa del cielo. La forma de mi desvelo frente a tu sonrisa duda.
Sara De Ibáñez
Es preciso tener en cuenta la cobardía, la debilidad y la inconstancia y la falta de equilibrio de las masas. Hay que darse cuenta de que la fuerza de las masas es ciega, desprovista de razón en su discernimiento y que oscila sin voluntad de un lado a otro.
Umberto Eco
El optimismo es el enemigo del comprador racional.
Warren Buffett
¿Por qué está este hombre en la Casa Blanca? La mayoría de estadounidenses no votaron por él ¿Por qué está él ahí? Y yo os digo esta mañana que él está en la Casa Blanca porque Dios lo puso allí para un tiempo como este.
William G. Boykin