Uno que es serio todo el tiempo no tendrá un buen momento, mientras que otro que hace frivolidades todo el día nunca establecerá un hogar.
Ptahhotep
Trató de explicar la atracción que, en el estado de su espíritu, sobre él ejercían los áridos peñascales y escombreras en que a la sazón se encontraba. Realmente, ni él sabía explicárselo, ni Benina entenderlo; pero el observador atento bien puede entrever en aquella singular querencia un caso de atavismo o de retroacción instintiva hacia la antigüedad, buscando la semejanza geográfica con las soledades pedregosas en que se inició la vida de la raza... ¿Es esto un desatino? Quizás no.
Benito Pérez Galdós
Si del amor hacemos la meta más cierta y el más cierto placer de nuestras vidas, ello se debe a que, por serlo para serlo, debe soñarse ilimitado sólo porque es, fatalmente, limitado.
Carlos Fuentes
La cortesía que debe presidir nuestras actuaciones cotidianas se fundamenta principalmente en el respeto y comprensión hacia todos.
Confucio
Es mejor utilizar nuestra propia cabeza un par de minutos que un par de días una computadora.
Francis Crick
Bienaventurados los corazones flexibles, porque no se romperán.
Francisco de Sales
Los antepasados son lo más importante para quien no ha hecho nada.
Giacomo Leopardi
No puedo desear que ganen los buenos, ya que ignoro quiénes son.
Gonzalo Torrente Ballester
Ni con lisonja, ni con la mentira, ni con el alboroto se ayuda verdaderamente a una obra justa.
José Martí
Casi siempre la fama llega demasiado tarde.
Luís de Camões
Nadie se acordaría del Buen Samaritano si sólo hubiera tenido buenas intenciones. También tenía dinero.
Margaret Thatcher
La mejor arma de la dictadura es el secreto.
Niels Bohr
Cuando acabes un largo tratamiento de salud, no pienses en el sufrimiento que fue necesario afrontar, sino en la bendición de Dios que permitió tu cura.
Paulo Coelho
Las mujeres tienen siempre alguna segunda intención.
Philippe Néricault Destouches
Ante todo, respetáos a vosotros mismos.
Pitágoras
Convertir a los artistas en capitalistas era una idea graciosa de cierta profundidad. Estados Unidos decidió probar las pretensiones de la estética aplicando la medida del dólar.
Saul Bellow