La arena del desierto es para el viajero fatigado lo mismo que la conversación incesante para el amante del silencio.
Proverbio Persa
Uno anhela un director con un sentido de la imaginación.
Alan Rickman
Cuando en 1986 tuve una apoplejía... hubiera saltado por la ventana. En lugar de eso, seguí adelante. No tenía elección. Aprendí que en la vida hay que perseverar.
Ava Gardner
No hay límite de tiempo, puedes empezar cuando quieras.
Brad Pitt
La honradez, tarde o temprano alcanza su recompensa, y con frecuencia se logra cuando en ella no se piensa.
Charles Perrault
No, la llave es internacional y se llama sentido común.
Daniel Glattauer
La vida es con frecuencia terriblemente desagradable; pero por muy desagradable que la vida sea, no hay vida tan agradable como la vida que pasa un hombre que estima que lo más agradable de la vida es la vida.
Enrique Jardiel Poncela
La libertad es siempre peligrosa; pero es asimismo nuestra garantía más segura.
Harry Emerson Fosdick
Un extraño impulso me llevó a encaramarme a la amplia losa, apagar la vela y yacer dentro de la caja desocupada.
Howard Phillips Lovecraft
Nada ha cambiado y, sin embargo, todo existe de otra manera.
Jean-Paul Sartre
La Universidad debiera insistirnos en lo antiguo y en lo ajeno. Si insiste en lo propio y lo contemporáneo, la Universidad es inútil, porque está ampliando una función que ya cumple la prensa.
Jorge Luis Borges
Todo el que deja hacer lo que es capaz de hacer, peca.
José Martí
La razón nos engaña más a menudo que la naturaleza.
Luc de Clapiers
Hay dos clases de fidelidad: la de los perros y la de los gatos; vosotros, señores, tenéis la fidelidad de los gatos, que nunca abandonan la casa.
Napoleón Bonaparte
Contemplar las flores es sedante. No despiertan emociones ni conflictos.
Sigmund Freud
¿Pero qué es un hombre verdadero? Los hombres verdaderos de la antigüedad. No pasaban por encima del débil, no lograban sus fines por la fuerza bruta y no se rodeaban de consejeros. En esta forma, fracasando no tenían causas para lamentarse; de tener éxito, no tenían motivos de satisfacción propia. Y podían, por lo tanto, alcanzar las más grandes alturas sin temblar. Entrar en el agua sin mojarse, y pasar por el fuego sin sentir el calor.
Zhuangzi