Ama más a tus amigos cuando menos lo merezcan, por que es cuando más lo necesitan.
Proverbio Chino
En mi corazón un remolino de ternuras ha dejado un haz de arenas azules.
Aída Cartagena Portalatín
No valgo una mierda actuando.
Ava Gardner
Mi presencia ha dejado de ser necesaria aquí
Bernardo O'Higgins
Con Elvis Presley bailaba todo el mundo, hasta los árboles. Ese muchacho era cosa de locos.
Héctor Veira
La necesidad de hablar, incluso si uno no tiene nada que decir, se vuelve más acuciante cuando uno no tiene nada que decir, así como la voluntad de vivir se hace más urgente cuando la vida ha perdido su significado.
Jean Baudrillard
Si uno quiere olvidar, tiene que obligarse a recordar. Para matar los recuerdos uno por uno.
Katherine Pancol
Cuando uno emprende un cambio así, debe hacerlo con sueños y esperanzas, con ilusiones. Irse sin ellos es sólo escapar, y yo no tengo intención de huir a ningún sitio; prefiero quedarme aquí y enfrentarme de cara a lo que venga.
María Dueñas
La música de Wagner es mejor de lo que suena.
Mark Twain
Pienso que si existiera un Dios, habría menos maldad en esta tierra. Creo que si el mal existe aquí abajo, entonces fue deseado así por Dios o está fuera de sus poderes evitarlo. Ahora, no puedo temer a un Dios que es o malicioso o débil. Lo reto sin miedo y me preocupan un comino sus rayos.
Marqués de Sade
La moda es siempre un esperpento tal que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
Oscar Wilde
El hombre de nuestro tiempo, más que inmoral es bruto. Le gustan las diversiones estúpidas y un poco infantiles, quiere comer, beber y lucir. Lo mismo les pasa a las mujeres.
Pío Baroja
Dulce es la mano de la Iglesia también cuando golpea, porque es la mano de una madre.
Pío de Pietrelcina
Dejé de creer en Santa Claus cuando mi madre me llevó a verlo en unos grandes almacenes y él me pidió un autógrafo.
Shirley Temple
Dos personas son un mundo y una persona es la mitad de sí mismo. Todas las matemáticas se estrellan contra esa realidad.
Silvina Bullrich
Reyes o gobernantes no son los que llevan cetro, sino los que saben mandar.
Sócrates