Con pan y vino se anda el camino.
Proverbio
Estamos convencidos de que la gente necesita y requiere esta fe. Por lo tanto hemos llevado a cabo la lucha contra el movimiento ateo, y esto no sólo con unas pocas declaraciones teóricas: lo hemos aplastado.
Adolf Hitler
La democratización del conocimiento por la letra impresa dio pie a la Ilustración. Ahora la interconexión en banda ancha está fomentando procesos descentralizados que infunden nuevo vigor a la democracia.
Al Gore
La traición y la violencia son armas de dos filos que hieren a quienes las emplean más que a sus enemigos.
Emily Brontë
Todo pensador profundo tiene más miedo a ser entendido que a ser malentendido.
Friedrich Nietzsche
Sin Dios, en cualquier sistema civil al que os inclinéis, no podréis encontrar más base que la fuerza ciega, brutal y tiránica.
Giuseppe Mazzini
La agilidad es una excelente condición para subir a los árboles, pero no para gobernar a los pueblos.
José Canalejas
Sólo resucitan los que han muerto bien.
Manuel Vicent
Si existe un Dios, ¿qué importa la forma en que los hombres le adoren?
Marqués de Sade
La novela es un intento de exploración del corazón humano a partir de una idea que es casi siempre la misma contada con diferente entorno.
Miguel Delibes
El presente es un fruto en el que la vida y la muerte se funden.
Octavio Paz
El escritor necesita una pluma, el pintor un pincel, el cineasta todo un ejército.
Orson Welles
No hay errores. Los acontecimientos que atraemos hacia nosotros, por desagradables que sean, son necesarios para aprender lo que necesitamos aprender; todos los pasos que damos son necesarios para llegar adonde hemos escogido.
Richard Bach
La fotografía repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente.
Roland Barthes
Es una analogía muy gráfica que ayuda a la comprensión de una forma maravillosa, sin dejar de ser, estrictamente hablando, errónea en todos los sentidos posibles -comentó Ponder.
Terry Pratchett
Él que sobre todas las cosas amaba la muerte, y que quizá sólo amaba a la muerte, amó y vivió con deliberada y pervertida curiosidad, tal y como ama un enamorado que deliberadamente se reprime ante el prodigioso cuerpo complaciente, dispuesto y tierno de su amada, hasta que no puede soportarlo y entonces se lanza, se arroja, renunciando a todo, ahogándose.
William Faulkner